lunes, 29 de noviembre de 2010

¡Descansa en paz!

No ha pasado mucho tiempo desde que he escrito mi último post y en el cual les comentaba la gravedad de mi mami. Me comenta mi esposo, que mis dos papás se fueron "suaves" en su muerte. Algo que le agradezco al Señor. ¿Cuál fue el secreto? ¿Acaso el que la enfermedad de ambos no fuese dolorosa? ¿Quizá sería que estaban sedados? ¡PARA NADA! ninguna de esas suposiciones. Mi padre murió de un mesotelomia pulmonar; y para que me entiendan, el mesotelomia, es un "primo hermano" del cáncer y no hay cura para él y muy doloroso, y mi mamá, murió de un edema agudo del pulmón, además de que para rematar con broche de oro, la cortisona que por tantos años ella había consumido para aliviar los dolores de sus rodillas, habían afectado sus glándulas suprarrenales, pero a pesar de que se ponía inquieta, durante su agonía, ella fue fuerte. Hago un paréntesis para relatar algo, y para que puedan comprender la siguiente anécdota que hubo con mi mami y mi hermano. Pues nosotros acostumbramos cantar cuando alguien falleció: "Cuando allá se pase lista...cuando allá se pase lista allá he de estar", y también: "En presencia estar de Cristo, ver su rostro que será...Cara a cara espero verle, más allá del cielo azul..." Ahora sí prosigo a platicar la anécdota: "Estaba cantándole mi hermano a mi mamá en el hospital, y ella todavía podía interactuar con nosotros, y después de cantarle cantos "viejitos", que ella se sabía, le pidió a mi hermano más cantos, y él le dijo: "uy, mami, ya no me acuerdo de más, pero en vista de cómo está usted, qué le parece si le canto: "Cuando allá se pase lista" o "Cara a cara espero verle" y platica mi hermano que mi mamá con todas sus limitaciones, que se empieza a reir", ja,ja,ja,ja, ¡GRACIAS A DIOS POR SU DON INEFABLE! Este "secreto a voces", es lo que nos ha hecho que todos podamos estar ¡en paz! Las separaciones duelen. Incluso cuando vino mi hijo el viernes al velorio, le entregué su último donativo que su abuelita, fielmente apartaba de su pensión. No era mucho, porque, ¿qué podía dar en efectivo una pensionada?, pero recordando a aquella viuda de la Biblia, mi mamá estaba dando tal cual ella. Mi hijo se conmovió, y sólo recuerdo que me agradeció en nombre de su abuelita el donativo que ella le había dejado y salió del velatorio, para después regresar. Ambos se querían mucho, y su abuelita estaba tan contenta de que él pudiera servir al Señor de esta manera. Ella también fue muy "trotamundos", en lo que cabía dentro de sus posibilidades y le gustaba mucho andar sirviendo a la gente, porque como era profesora de educación primaria, pues facilmente podía tener contacto con las mamás, además, está por demás decir que ella muy gregaria y le encantaba andar "recetando" y "diagnosticando", de hecho, le gustaba mucho autodiagnosticarse y se mandaba a hacer sus análisis ella misma cuando notaba que algo que andaba "fallando", je,je. En los 15 años que vivió con nosotros, mi esposo le llegó a decir: "Doña Soco, no me ande quitando a los pacientes", ja,ja,ja,ja, ¡le encantaba recetar! ¡traía la práctica de la medicina en su corazón! Cuando los pacientes -que por lo general son mamás- hablaban a la casa buscando al médico, ella les decía (después de estar platicando con ellas por teléfono): ¡su niño tiene esto!, ja,ja,ja, ¡y le atinaba!, ja,ja,ja,ja. Bueno, de hecho, mi primer libro el cual leí, fue un libro de salud que ella tenía dentro de sus libros de consulta cuando ejercía su trabajo como profesora, je,je. Quiero contar una última anécdota que sucedió en la última junta del Club de las Juanitas: Mi mamá fue la más entusiasta, queriendo que se hiciera intercambio de regalos en esta navidad, es más, ella, de su aguinaldo que le habían dado de su pensión, había guardado el dinero para comprarles un regalito a cada una de las "Juanitas", pero una hermana recordaba que ella dijo: "¡A ver quién se saca este año el Premio Mayor!" y ella le preguntó: "Socorrito, ¿cuál es el premio mayor?" y ella contestó: ¡Irse con el Señor!. Y yo digo: ¡No se vale! Ella ya había visto cuál era el número ganador", je,je. En fin. Ella ya descansa con el Señor.
Gracias por acompañarme en la distancia por este ciberespacio, lo cual les agradezco profundamente por que ha quedado un vacío que sólo Cristo satisface nuestro transido corazón, porque él es el lirio de los valles y la rosa de Sarón, tal cual lo dice un canto.
Hasta el próximo post.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Muy grave...

Me siento muy cansada, y a pesar de esto, no puedo conciliar el sueño. He estado muchas horas en el hospital cuidando de mi madre que ha entrado en agonía crónica, ¡sí, existe este tipo de agonía! que puede durar mucho tiempo. Ya desde hace una semana, al acudir mi esposo al llamado de mi hermana para ir a recoger a mi madre por haberse caído de la cama, él me ha dicho cuando regresé del mandado al cual he tenido que ir y por esta causa no he podido estar presente, que mi madre ya es como una vela que se está apagando y que de repente, como si entrase una nueva energía, su llama vuelve a adquirir fuerza, pero no dilata mucho para volverse a apagar hasta casi querer extinguirse sin poder hacerlo todavía. Sólo el Señor marca el momento para todos en que ha llegado el tiempo de que debemos de partir hacia el hogar celestial para los que somos de Él. He estado con ella algún tiempo en el cual he podido cantarle, leerle la Biblia para animarle. Bueno, la primera noche que pasó en el piso a donde mandan a todos los que están graves, desahuciados o con posibilidades de no salvar ya la vida terrestre, tuvo una noche muy inquieta, porque se hallaba en un cuarto contiguo, un muchacho -de 28 años me dijeron- que se encuentra muy grave y no hay medicina que calmara sus dolores, y en su agonía gritaba: ¡Mamá...mamá... ayúdame, mamá! ¡Ups! ¡mamma mía! Mi pobre mami, al escuchar este clamor en el filo de la madrugada, cuando todo mundo permanece callado, durmiendo o sobrellevando sus enfermedades y dolores, intentaba quitarse todas las sondas y cateter subclávico que tenía, para pararse a ir a ayudar a "su hijo". En su inconciencia, ella pensaba que se trataba de algunos de nosotros o de mi papá, y gracias a Dios que me permitió pasar esa noche junto a ella para cantarle y susurrarle al oído que no éramos ninguno de nosotros, que ese muchacho ya tenía a su mamá junto a él (¡algo muy cierto!), pero lo que estaba sucediendo es que la medicina no le daba el alivio a su dolor y le cantaba muy quedamente uno de sus salmos preferidos, además de otros cantos: El Salmo 91: "El que habita al abrigo de Dios, morará bajo sombras de amor...", este salmo aprendí a cantarlo por ella, porque cuando recién convertida mi mami, lo cantaba mucho. ¡Precioso salmo! Así que ahora tenía la oportunidad de cantárselo y ella se calmaba, PERO...¡ay, los peros! pasaban unos 10 ó 15 minutos que se había tranquilizado, cuando de nuevo...¡volvían los lamentos del muchacho! ¡que se escuchaban en todo el piso del hospital! No está por demás decirles, que al otro día, al llegar la noche, ya no se escuchó este clamor, ¡habían sedado al chico! Por lo que me platicó una chica que estuvo en esa noche en la cual yo también estuve escuchando este clamor, que habían ido a decir de que le buscaran un analgésico o lo que fuera, pero que ya no querían pasar otra noche igual. Y pues sí que fue un tanto tormentoso pasar escuchando a este chico, pero no lo fue el arrullar a mi mamá y calmándola. Pero creo, -como me dijo mi esposo-, que parece que no nada más arrullé a mi mamá, sino a otros pacientitos también inquietos, porque al otro día muy temprano, una enfermera me dijo: "¡Ah! ¿usted es la que cantaba y leía la Biblia? ¿es su mami? ¡qué lindo que lo hiciera!"
La verdad es que de inicio me dio vergüenza, porque sé que en los hospitales debe haber mucho silencio, pero todo lo hice tan quedo para no molestar, pero mi esposo me consoló diciéndome que fue una manera de haber podido calmar a otros, que no me sintiera mal o incómoda, y que además, la enfermera no me había regañado, ¡muy cierto! Pues sí, ¿cuándo se extinguirá la velita de mi mami?, no sé. Creemos que ya está finalizando, pero la respuesta la tiene Dios. Hoy le tocó velar a mi hermana, y hace rato me habló para decirme que se puso muy mal de nuevo (por la tarde, durante mi guardia, también se puso muy mal) le han puesto aparatos para monitorear, un desfibriculador, etc,etc, le han llenado de más mangueras y tubos, y mi hermana que es un poco nerviosa, quiso compartir conmigo todo esto. ¿Qué he hecho? ¡ORAR POR MI MADRE! Ella es del Señor, ¡ME CONSTA! El cambio que Cristo hizo en su vida, ¡yo lo pude observar! es más, anhelaba tener "eso" que ella tenía y que yo estaba conciente que yo no poseía. Ahora lo sé...¡Era a Cristo!. Así que mi oración era por fortaleza para los momentos finales en su vida. Que esos ojos abiertos -cuando los abría de repente-, aparentemente sin vida, pudieran contemplar a nuestro Salvador allá en el hogar celestial en donde fue a preparar lugar para nosotros, porque quiere que donde Él está...¡nosotros también estemos! ¡Qué maravilla de promesa! Me gusta decirla, recordarla, tenerla en mente. ¡Voy a estar donde Él está, porque así lo pidió al Padre! : "Padre, quiero que donde yo esté, ellos también estén conmigo". ¡Wow! ¡Qué maravilla! ¡Ni qué pensarlo! Perdónenme si no lo escribo tal cual es literalmente, sino que lo estoy escribiendo como lo ha guardado mi mente y mi corazón. ¡Qué esperanza tan prometedora al final del camino! No sé si cuando llegue mañana por la mañana al cambio de guardia con mi hermana, todavía encuentre a mi mami, pero esta es mi oración, si a Dios así le place, verle partir con Él, cantándole su canto preferido, con el cual ella recibió a Cristo en su corazón: "Salvador a ti me rindo, obedezco sólo a ti...Yo me rindo a ti...mi flaqueza y mi pecado, todo traigo a ti." Probablemente estaré ausente por los blogs, sino es que ya se han dado cuenta que lo he estado ya de algún tiempo atrás desde mi operación, pero las guardias tan seguidas y las desveladas me están agotando. Le doy gracias a Dios por mi familia: Mi esposo que quiere tomar mi lugar, pero entonces...¿quién trabaja y provee el dinero?. Mi hija la pequeña que ha tomado la cocina, y sé que si mi otra hija tuviera el tiempo para hacer algo, ya lo estaría haciendo, lo mismo que mi hijo que se encuentra sirviendo al Señor.
Si no nos vemos aquí...¡nos vemos en el cielo!

lunes, 15 de noviembre de 2010

¡Otro escritor cumple años!


Se llena de fiesta este manantial, para desearle feliz cumpleaños a otro escritor...¡GUSMAR! y que al igual que Alex, han hecho su esfuerzo que hasta la fecha no han podido ver culminado su deseo de verse editados, pero Gusmar ha salido de nuevo finalista en este concurso para escritores cristianos, cosa que Alex no logró en el concurso al cual entró que no tiene que ver nada con los cristianos, pero su novela habla del Eterno, así que esta es su manera de Alex de propagar el mensaje del Señor a los que no tienen a Cristo. Por lo menos el que leyó su novela, ¡se ha llevado el mensaje!, je,je, aunque hay posibilidades de que pueda editarse, bueno, todo está en las manos de Dios.
Y le deseamos desde el fondo de nuestro corazón a nuestro querido hermano Gusmar, desde este lugar acuático, que por fin pueda ver editado su ensayo que ha mandado para este concurso que servirá para que todos los que somos hijos de Dios nos sintamos fortalecidos con sus letras. Así que todos los que venimos a este manantial, queremos decirle a Gusmar:
¡FELICIDADES GUSMAR!
y que el Señor conceda las peticiones de tu corazón conforme a su voluntad nuestro amado escritor. ¡Él lo sabe todo y en Él confiamos! Tenemos un Dios maravilloso, soberano ¡y que nos ama! y sobre todas las cosas...¡Somos de él!
Pasemos a formarnos para comer pastel en honor de Gusmar y desearle cada uno felicidades y darle un fuerte abrazo virtual.


El Señor nos continúe bendiciendo.

lunes, 8 de noviembre de 2010

¡Felicidades, Alex!

¡Hoy, 8 de noviembre, cumple años Alex! Parece que fue ayer cuando tenía a este precioso niño en mis brazos en el hospital, Cuando él nació iniciaba el "norte" en Veracruz ese día, era un día domingo, y a las 7:05 en esa mañana, Alex daba los primeros indicios de su existencia sobre este mundo loco, así que mi niño, nació con las mismas "loqueras", je,je, lo digo por todas las loqueras que escribe, que en realidad, así parecen, pero tienen una enseñanza y resultado espiritual para poder comprender muchas cosas que aparecen en la Biblia y que luego para muchos nos es algo desconocido y/o indiferente, que cuando es manifestado por medio de dibujos y/o cuentos que pueden manifestar estas maravillosas virtudes como lo es la paciencia, respeto, amor, etc,etc, pues entonces, ya no es tanto de "loqueras", sino un medio para poder comprender.
Él espera el resultado de su admisión para su novela a un concurso al cual acaba de nuevo de mandarla. Nosotros, sólo oramos. El Señor conoce todo y esta es la oración de todos como familia. Que nuestro Sabio y Poderoso Dios, conoce todo mejor que nosotros que no podemos traspasar ni siquiera el día de mañana que será 9 de noviembre, así que...¿qué es lo mejor que podemos hacer? ¿cuál la mejor manera de apoyarlo? ORANDO, ¡y Dios hará!
Nuestra mayor alegría, fue que siempre decidió entregar su vida al Señor, y Él le dará lo que mejor le convenga, llámase como se llame ese beneficio. Cualquier cosa que proviene de su mano, es bendición a nuestra vida y por eso vivimos en contentamiento, aunque muchísimas veces, el diablo viene a fastidiar nuestro corazón, pero sabemos que sólo a Él podemos clamar. "Clama a mí y yo te responderé..." nos dice en Jeremías. Así que vaya desde este post en el manantial, un abrazo muy fuerte para Alejandro, pero sobre todo, no sólo nuestro cariño, sino nuestras oraciones para que él pueda persistir en las sendas divinas. Y más que una piñata y pastel, este canto de regalo:
"Si tú hablas con Dios, las cosas cambiarán...¡orando!
cualquier necesidad, Dios la responderá...¡orando!
Meditad en la oración, confiad en el Señor...¡orando!
Bendita oración. Ya puedo hablar con Dios...¡orando!
Y desde manantial y junto con todos los que vengan, unidos te decimos:
¡FELIZ CUMPLEAÑOS ALEX!
El Señor te continúe enseñando a caminar en sus sendas de obediencia y servicio a Él.
Con amor para ti Alejandro y para todos los que vengan a este manantial.