
Dentro del grupo de payasos que estuvimos en el grupo actuando hace...¡uuuuuuuh!, ¡cof,cof,cof!, vaya, nada que me avergüence decir mi edad, ¿para qué ocultar lo que se nota?, ja,ja,ja,ja.Pues sí mis queridos bloggeros que me leen, ya hace algunos buenos años,tuvimos un grupo de payasos que se llamó:"Los payasitos mensajeros". Y ese era nuestra función primordial, dentro de la risa dejar un mensaje de salvación para los niños y también para los adultos que nos escuchaban. Dios bendijo nuestro trabajo más de lo que nosotras mismas esperábamos.Quiero aclarar que nosotros hacíamos las "payasadas", sólo humor blanco, nada de doble sentido ni que tuviera otra cosa, por eso que éramos todas del mismo sexo por aquello de que había mucho roce personal.Después de que claramente demostrábamos que robar era malo, por ejemplo, después, venía mi esposo -que no era payaso- a decir el mensaje que Dios deseaba para todos y así era como trabajábamos. No queríamos rebajar el mensaje de salvación, pero sí hacer ver que hay cosas que a Dios no le agradan aunque a otros les parezca chistoso.
Quiero aclarar que éramos mujeres todas las que participábamos por lo que escribí arriba. Unas más jóvenes y otras más grandecitas de edad. Yo era de las jóvenes y fue ahí en donde mi hijo Alejandro inició a amar el transmitir el mensaje de salvación a otros.
¿Qué ha pasado con aquellos payasitos que estábamos en ese grupo? Sólo quedamos en la misma congregación, tres de los payasos y los otros tres, han emigrado a otros lados, otras congregaciones.
Pero hoy quiero hablarles de uno de ellos: ¡REPITÍN!
Esta querida hermana, hoy de 62 años de edad, cuando era jovencita y no conocía nada de Cristo, trabajó en una carpa (como una especie de circo). Como su vida fue muy azarosa,llegó a vivir a casa de unos tíos que le brindaron lo que ella necesitaba: un hogar.
Al paso de los años,ya con una hija y siendo soltera, pero contando con el apoyo de los tíos con los cuales trabajaba duramente, ella vino al conocimiento de Cristo, lo cual le hizo cambiar la tristeza y todas las cosas duramente vividas, en gozo, paz.
Al escuchar del grupo de payasos, ella, tímidamente se acercó y fue del Señor todo, porque justamente en esos momentos, teníamos que partir ¡inmediatamente! hacia un hospital y necesitábamos una suplente. La hermana faltante, había enviado todo su ajuar de payaso por si encontrábamos alguien que la supliera y nosotros con el tiempo encima, estábamos orando por que Dios mandara a alguien ¡ya! ¡en ese momento! Y Dios quien no es deudor de nadie, hizo que esta hermana se acercara como anteriormente les escribí,pidiendo un "espacio" en cuanto hubiera la oportunidad, porque ella ya conocía el oficio. Cuando la escuchamos, nos quedamos con la boca abierta, e inmediatamente supimos que era ella lo que Dios nos mandaba. Sin tiempo para ensayar con ella,inmediatamente partimos, sólo le platicamos el programa. Se iba vistiendo en la misma camioneta. Ella misma sabía pintarse. Y ante el temor de ella de no cumplir correctamente todos los diálogos, entre todas llegamos a la conclusión que lo que podía hacer era repetir lo último de lo que se decía para que no estuviera nerviosa,y así nació su nombre: ¡Repitín!
Como ya conocía el "oficio", ja,ja,ja, pues inmediatamente se adaptó a lo que íbamos a hacer y le puso su propia gracia, o como diríamos por acá: "su sal y pimienta". Fue fantástico. Y así fue como ingresó un nuevo payaso, acompletando ya el número de 6.
¿Porqué la traigo al pensamiento y escribo de ella? Porque este día del niño que vendrá en este 2009, si Dios nos presta vida, de nuevo saldremos a escena. Ya la juventud se ha ido. Los dolores de las articulaciones no son cosas sencillas, pero si amortiguadas con un par de aspirinas, y saldremos de nueva cuenta, sólo ella y yo, a volver a llevarles el mensaje a los niños. No se trata de divertir por divertir.Se trata de dar el mensaje de salvación. Obviamente que yo no me disfrazaré.Quizá el Señor ponga a otra.O quizá seamos ella y yo, y otra hermana dando el mensaje. O quizá mi esposo quiera volver a las "andadas", je,je.Ya nos pondremos de acuerdo.
¿Que si ya estamos viejitas para andar en estos relajitos? ¡claro que sí! Pero ¡estoy con los párvulos! y brinco con ellos y me siento en el piso, palmoteo, ¡uf! y muchas cosas más. Algo que he pedido al Señor, que cuando ya no sirva para otra cosa, pues que me pongan en mi silla de ruedas, y en lugar de pedir limosna como hacen algunos, yo reparta folletos. El mismo sentir comparte Luchita(Repitín) conmigo, y por eso, aprovechando que como yo soy más joven (ella tiene 62 y yo voy a cumplir apenas 54 ¡toda una chamacona!, je,je)y además tengo una familia que me apoya, ambas nos tendemos la mano para trabajar para el Señor.
Espero que nos saquen fotos de esa ocasión para ponerlas aquí.
Ambas somos maestras de Escuela Dominical. Ella está ahorita con la clase de Primarios y yo con Párvulos, pero sé, que a ambas, Dios nos dará la fortaleza para seguir adelante amándole, sirviéndole,siguiéndole y transmitiéndole a todo aquel que quiera saber lo poco que sabemos -que no es mucho- porque también "eso" se trae ya de nacimiento, je,je.
De nuevo, gracias por leer.Y que su deseo, al igual que a nosotras, sea servir al Rey de reyes, sabiendo que muy pronto tendremos que entregar cuentas de nuestra mayordomía, o como dice un canto con música ranchera:
"Qué has hecho del talento que Él te dió,
cuando Cristo te venga a preguntar
lo que hiciste del talento que Él te dió."
Bendiciones para todos!!!!!!