¡Me voy!

Dentro de unas 24 horas, partiré rumbo a Guatemala. Las carreras siguen. Ahorita van a dar las cinco de la mañana en mi reloj, y decido dar mi última ronda por los blogs de mis amigos porque estaré una semana fuera. Ya comentaré después. He tenido una magnífica semana, sobre todo porque gocé de una de las tantas cosas que Dios puso a nuestra disposición como seres humanos para disfrutar...¡la amistad!. Por eso es tan lindo cuando leemos en la Biblia que Abraham fue llamado ¡amigo de Dios!. ¡Wow! ¡qué cosa tan magnífica!. Si de por sí ya gozamos de la presencia de Dios y su comunión, hay que imaginarse la comunión que Abraham tuvo con Dios para haber sido llamado así. Podríamos decir como digo yo: "era de sus "17 íntimos" para referirme a que le digo ¡todo!. Creo que nos encantaría tener una intimidad así con Dios, pero como que no nos gustaría hacer lo que Abraham hizo y cumplió en obediencia a Aquel que le mandaba muchas cosas para él incomprensibles: "vete de tu tierra..."; "dame a Isaac tu único... ¡sigh!(suspiro). Anhelo los privilegios, pero rehuso las responsabilidades, pero me encantaría ser llamada tal como se le llamó a Abraham.

Hace 17 años partí para Guatemala en un automóvil, de apenas 6 meses de haber salido de Agencia y ¡regresé en una ambulancia del Seguro Social!,je,je. Mañana sé que saldré en un automóvil viejito en el cual Dios ha mostrado su misericordia, no sé cómo regresaré, pero ese no es el problema, porque durante todos estos años, al igual que mi "Tigrín" -mi automóvil- (de "Tigre" por tantas rayas que tiene de diversas situaciones, ja,ja,ja) también he gozado de las misericordias de Dios porque son nuevas cada mañana.

No me importa como regrese, lo único que me importa es cumplir la obra para la cual él nos está mandando.

Recién llegó mi hijo para disfrutar estas vacaciones decembrinas con nosotros y probablemente, este sea el último viaje que hagamos juntos como familia, ¡todos unidos!, ¡los cinco García!

La vida da muchas vueltas y sólo Dios sabe, y estamos mirando como poco a poco, los hijos empiezan a "volar". Ya las vacaciones de verano, no las hemos podido hacer juntos, pero está bien, sabíamos que este momento llegaría. Por lo pronto, gozaremos este tiempo juntos como antaño.

Gracias a Dios, nos une el mismo amor, tenemos el mismo Dios y Salvador. Creo que este es el mejor regalo que como padres podemos tener.

Me voy a hacer mi rondín por los blogs y luego, inicio la carrera loca de preparar todos los detalles que siempre quedan para lo "último".

Si Dios lo permite, estaré en casa de nuevo el 24, para disfrutar y compartir la cena de navidad con mi familia y mi mami que estará esperando nuestro regreso.

Mis amados amigos(as) e hijas(os) cibernéticos, no les digo adiós, sino ¡hasta luego!. Si llego primero a la gloria, allá estaré para recibirles junto con mi Señor y los ángeles; si ustedes llegan antes que yo, espérenme por favor, que al tiempo del Señor, yo también llegaré.

Como dice un cantito que entonamos con los niños:

"Allá do Cristo reina, nos hemos de ver, con tanto placer.

allá do Cristo reina ¡felices habremos de ser!

Si tú llegas antes que yo, espérame allí, ¡también yo iré!

Allá do Cristo reina, ¡felices habremos de ser!"

Y estaba pensando en esto que escribí, ja,ja,ja,ja, me da risa, porque, ¿quién va a querer irse de la gloria?, ja,ja,ja,ja, está muy obvio ¡que nadie!, en fin, es un mero formulismo de decir que estaremos juntos, unos antes y otros después, ¡pero estaremos! Y hablo en plural, porque casi la mayoría de los visitantes de este manantial pertenecen al SEÑOR. Sé que hay algunos que no lo son, pero esta es mi oración y también de ustedes, que conozcan a este gran Dios misericordioso ¡ahorita! porque después...¡será el Juez! ¡uy!

Y les dejo el texto en el cual he estado pensando toda esta semana:

"Quien se dio así mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad

y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras."

Tito 2:14

Como siempre: un fuerte abrazo para los chicos y un beso grandotote para las bellas.