¡Adiós mi viejo!

Lo clásico en mí: mi taza de café calientita ¡hmmmmm!. Que tendré que ir abandonando poco a poco en este 2009 ¡snif,snif! ó, ¡buá!, ¡buá!, pero ni modo. Sé que deben ser alejadas esas ricas, aromáticas, reconfortantes y sabrosas tacitas de café ¡sigh!. La salud es primero, aunque no tengo ningún signo o síntoma que demuestre que me hace daño, pero el mero conocimiento y las estadísticas son más que suficientes. En fin.

El año 2008 está por terminar. Todos somos diferentes ante esta perspectiva que se tiende ante nosotros. Un año nuevo otra vez se acerca. A la mayoría les parece que el tiempo ha corrido muy de prisa. Para algunos es “cursi” hacer reflexiones. Otros se ponen a analizar en realidad lo que han hecho o lo que han olvidado hacer durante un año transcurrido.
¿Qué haré yo?
¡Lo que siempre hago!
Y en primer lugar, cuando conozco de alguna persona que nunca más tendremos sobre esta tierra el privilegio de platicar con él o ella, o de pelear, según sea mi manera de haber dejado que las circunstancias de la vida hayan afectado mi corazón, o simplemente recordarla, y como soy yo, decirles a todo el que me quiera escuchar, que X persona, nunca más podremos hablar o saber algo de ella sobre esta tierra, porque ya no más está. ¡Esto haré!

Mis queridos bloggeros, al ir al blog de mi estimado poeta ecuatoriano Carlos Julio, he encontrado dentro de los comentarios la última comunicación hecha por el hijo de quien les quiero hablar. Que don Jorge, jamás podrá establecer contacto con nadie porque ha partido de esta tierra. Y aunque nunca le escribí a don Jorge, pero se acostumbra uno al ir a ciertos blogs, encontrar a los asiduos visitantes. Bueno, esto me hace recordar lo que dice Eclesiastés: “Mejor es ir a la casa de luto que a la casa del banquete…” y esto no lo hago para ponerle dramatismo a mi post, ¡lejos esté de mi tal cosa!, sino que siento que es bueno, ante un año que ¡ya casi se va! Recordar primero esto. No somos eternos sobre esta tierra. Así que es bueno fijarnos en lo que sembramos, y como yo digo: ¡sembrar para la eternidad! No para que siempre me recuerden, ¡imposible! Sino porque un día no muy lejano, he de dar cuenta de lo que hice mientras estuve sobre esta tierra, sea bueno o sea malo. Y digo esto, partiendo desde el punto de que ya soy hija de Dios. Claro que si no fuera su hija, también entregaría cuentas ¡uy!.

Y siguiendo lo que soy, a continuación les pondré algo que leí en el Selecciones que es el correspondiente a Enero del 2009 y que ¡ya salió!, y da unos propósitos de Año Nuevo
¡Que realmente puedes cumplir! (hablando de los propósitos de año nuevo),je,je :
1.- Subir de peso. Por lo menos 10 kilos.
Ja,ja,ja,ja, estoy segura que pocos fallaremos en este propósito.
2.- Dejar el ejercicio.
Segurísima que yo me apunto aquí, porque como toda buena sinvergüenza, ¡todavía no inicio!, je,je.
3.- No leer tanto.
Me pone a pensar. Sinceramente, este no creo que lo cumpla. Ese vicio no me lo he podido quitar
4.- Ver más televisión.
Y yo añado: ¡y también encenderla!, ja,ja,ja,ja.
5.- Dejar de comer comida de casa.
Y añade el Selecciones: Sí, mejor comprar más chatarra en la calle.

Por un lado digo: ¡Sí! Porque yo soy la que hago la comida, pero por el otro lado digo: ¡No! Mis seres queridos merecen que haga un esfuerzo por ellos.
Creo que todos estos propósitos, todos los podremos cumplir, ja,ja,ja,ja.

Pero quiero dejarles algo de la Biblia, que es ¡para todos los días! Buena manera de iniciar el 2009 con el pie derecho como decimos acá en México:
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.
No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal;
Porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos.
Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos”
Proverbios 3: 5-9
Como siempre, reciban un besito las bellas damas que visitan mi blog, y un fuerte abrazo todos los caballeros que vienen a este manantial. Y si Dios lo permite, nos seguiremos leyendo en un mutuo acuerdo no escrito.
¡Feliz fin de año 2008! ¡Y un magnífico inicio del nuevo año 2009!