No sé si decir que a mi edad, cualquier cosa me da alegría o tristeza, pero en estos días, he tenido ambas, especialmente las felices!
Le estaba dando clases de Biblia a una nena de 5 años y quiso desobedecer a una orden que le di y le dije: "¡Tú no harías eso en el Kinder!" y ella me contestó: "¿Acaso tú sabes lo que nos dicen en el kinder? ¿Alguna vez fuiste? Jajajajajaja. :D Le dije: "Sí mi niña, cuando tú vienes, yo ya fui y regresé varias veces". Ella pone su mirada muy fija en mí y me dice: ¿Cuántos años tienes? (pero qué desfachatez de criatura) Con toda tranquilidad le dije: 64 años (y pensé..."una ligera diferencia de casi 60 años!) Jajajajaja. Y ella me contesta después de mirarme largamente y meditabunda me dice: "Pues sí que ya estás grandecita" Jajajajajajaja. ¡Cómo me divertí con esa nena! ¿Será que esté yo grandecita? ¡Para nada! ¡Soy Veterana! o como dicen los chamacos: ¡Un clásico! Jajajajajajajaja. Y bueno, siguiendo la dirección de la plática, estoy participando de maestra en la EBV (Escuela Bíblica de Verano) y como mi clase es de preadolescentes, al platicar con algunos de ellos, me dijeron al decir yo: "No, mis hijos, yo ya estoy grandecita", ¡No, maestra, usted es joven! Jajajajajaja. ¡Sí claro! Lo sé, y como decía mi abuelita: "Se arruga el cuero pero el corazón NO!!!!!! Y eso sí, mi corazón está juvenil, siempre dispuesta a servir, a dar, a compartir, especialmente con la chamacada que necesitan buenos consejos y ejemplos. Así que si Dios me está dando la oportunidad de proseguir aún con la discapacidad de mis rodillas, le agradezco que no me ha dado la discapacidad en mi boca ni en mi lengua! Así que mientras pueda, buscaré ser ejemplo viviendo en la santidad y obediencia que Él me manda.
Me despido ya de ustedes, porque esta chica clásica, necesita dormir como toda buena veterana! jajajajajajaja. :D
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