Mis tres regalos

En esta época, cuando mucha gente se pone nostálgica, a otros les toman las prisas y "corre-corre", otras  -refiriéndome especialmente a mujeres, que se proponen comer poco para no engordar-  ya saben que esta es una época en donde si algo sobra es ¡la comida! y pues diré en este aspecto, que yo sigo conservando la misma figurita redondita que tengo ya desde hace 8 años, je,je, aunque "aquí entre nos" mi esposo me dice: "¡No seas exagerada, que no estás tan gorda!, cualquiera que te escucha, dirá que eres el equivalente a un ballena de las que hay por ciertas fechas en Baja California!", ja,ja,ja,ja, muy cierto lo que me dice mi querido esposo, pero ya estoy en talla 36 y sí que estoy "cachetoncita" después de haber subido dos tallas en estos 8 años, pero la verdad es que estoy esperando a que alguna enfermedad me impida comer ciertos alimentos. Con esto que escribo, no crean que estoy en contra de que cuiden su figura ¡para nada! Cuando se es joven, esto es algo que se desea y pues no juzgo, además, qué bueno que hay esa situación, porque eso quiere decir que...¡hay comida que comer!, ja,ja,ja,ja. ¡Ay! regreso mejor a lo que quería escribir y por lo cual lleva el título mi entrada: "Mis tres regalos"  y sí, me estoy refiriéndome a mis hijos. ¡Ellos son mis tres regalos! ¿Mi esposo? Es la bendición con la que me bendijo mi Dios y Señor y ambos, tuvimos estos maravillosos regalos de parte de Dios y no quiero meterme más en lo que todo mundo pone y la mayoría sabemos: "que nuestros hijos no son nuestros, que son sólo prestados, etc,etc," con esto no quiero hacer menos a lo que ya se ha dicho, pero si después de pasados 30 años, nuestros hijos los seguimos considerando nuestros regalos...¡wow! ¡sí que es algo bueno! ¿por qué digo esto? Porque ellos adquieren su propia personalidad, tienen sus propios caminos y  bueno, como todavía los podemos tener con nosotros, pues ellos son ¡LA ALEGRÍA DEL HOGAR! que también quiero aclarar, que cuando no están, también mi esposo y yo nos sentimos alegres, porque no depende nuestra felicidad de nosotros mismos, sino que proviene de Dios, ¡esa es nuestra mayor felicidad!
Desde este blog, les deseo que tengan un buen fin de año. Que el año que viene sea de dicha y felicidad, que si esto es en Cristo ¡es algo mucho mejor! Gracias por acompañarme en este manantial en este 2012, yo también los quiero mucho y les deso lo mejor para el año que está por llegar!!!! Y resulta que como estoy mandando este post el 1° de Enero, entonces terminaré diciendo: ¡Que tengan un excelente 2013!. Hasta el próximo post.