martes, 2 de octubre de 2018

Probando...probando!!!!

En México tenemos por costumbre (algo que he observado en varios estados) cuando estamos probando los micrófonos para algún evento público, decir: "Probando, probando" y bueno, con esto no solamente verificamos el sonido, sino que de alguna manera estamos dándole a entender a otros: "Pronto voy a estar participando de un evento que aunque está en público, es privado. O quizá sí sea público, para cualquiera!  Acá hay una fea costumbre de cerrar la calle en la cual está la festejada (pudieran ser XV años) o quizá sea una fiesta infantil y pondrán los trampolines y demás juegos que en las casas no hay espacio para esto. O quizá se deba a una recepción de bodas en la cual los novios no pudieron encontrar a buen tiempo un lugar de recepción; y aquí abro un paréntesis para escribir que cuando se iba a casar mi hija Ana Isabel, estuvimos en un "tris" porque no encontrábamos un salón para la recepción de la boda. Todo se había hecho con medio año de anticipación, pero al ser yo neófita en estos asuntos, me decían que medio año antes era muy poco tiempo! ¡Wow! ¡Jamás lo imaginé! Pues después de este "preámbulo", les comento que ya en el colmo de la desesperación nuestra y habiendo hablado con los consuegros, íbamos a cerrar la calle en donde ellos viven, por ser un poco menos transitada e iba a haber menos situaciones incómodas para los automovilistas. Entre mi hijo, con su auto por un lado de la calle, y el futuro cuñado de mi hija con su auto por el otro lado de la calle, mas aparte la cooperación de amigos, la calle se iba a cerrar. Está por demás decir la gran incomodidad que tanto mi esposo y yo sentíamos, pero persistiendo en oración y no cesando de buscar, hubo un acuerdo con un salón y ahí se pudo realizar todo. ¡Uf! ¡Qué alivio! Pero esta es una "costumbre" que no lo era, pero ante la necesidad de espacio, y aumento de la población, ya se ha vuelto más cotidiano ésto. Estoy queriendo darle un "giro" a mi blog y todavía no puedo decir nada, así que sigo como voy! Y cómo extraño a mis amigos blogueros. Gracias Patricia Edith por tu comentario! Un besote desde México!

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