¡Por fin llegué!

Escribo este post, exactamente el día de mi cumpleaños número 58, y estoy poniendo como título, una expresión de un trenecito que sale en la película: "Dumbo" y que después de haber subido una dura cuesta dice: "por fin llegué", je,je, y bueno, ¿qué puedo yo decir al haber iniciado la cuesta hacia abajo?, pues nada más y nada menos que: ¡por fin llegué! y ahora...¡pongan paja que voy para abajo!, ja,ja,ja,ja. Ese el único camino que me queda: bajar, tal cual ha sucedido en todos los tiempos a todos los humanos. ¿Cuál será la grandeza y lo loable?...¡bajar con dignidad! hasta descender al seol o sepulcro, que para mí, no es nada de provocarme miedo o incertidumbre porque sé en quién he creído y precisamente, siguiendo este pensamiento, el día de ayer nos tocó en la Escuela Dominical, como texto clave: Juan 17:24:
"Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo." ¡Ah! ¡maravilloso texto que me reconforta! y si lo analizo, más esperanza y seguridad me da, y trataré de colocar de manera resumida este texto que estudiamos ayer en la Escuela Dominical la clase de damas adultas. Y siempre me ha conmovido y me hace esperanzarme más, al leer, escuchar y meditar este texto. Me conmueve al leer y darme cuenta, esta oración intercesora de nuestro Señor Jesucristo, que a horas de estar en camino a la cruz ¡él se acuerde de nosotros! ¡wow! ¡qué amor!: PADRE, AQUELLOS QUE ME HAS DADO. Yo soy una de esos. Gracias a Dios por tan inefable amor. QUE ESTÉN CONMIGO PARA QUE VEAN MI GLORIA QUE ME HAS DADO. Y no se trata un acto de vanagloria, sino que quiere mostrarnos lo que nos toca de herencia porque somos ¡coherederos con Cristo!
ME HAS AMADO DESDE ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO. Bueno, con esta frase, nuestro Señor está demostrando su divinidad. Él era ya antes como nos lo aclara en su primer capítulo el mismo Juan. Pero...¿qué tiene que ver todo esto con mis cumpleaños? ¡que cada día estoy más cerca de él! Me cuesta trabajo poder expresar a través de letras, la emoción que me da el pensar que un día voy a estar con él ¡y no sólo es una mera expresión! es algo que me anima, me sostiene, me impulsa y me da propósito. He orado al Señor que me sostenga cuando mi pie flaquee, que me fortalezca cuando los dolores se aumenten a tal grado que llegue a sentirlos insoportables, que me haga recordar, que NUNCA me dará más carga de la que podré soportar. Que me de ánimo cuando quede sola, en el caso de que se vaya primero Rudy. Que su presencia se haga más vívida en mi vida a la hora de irme. Que no pierda esta emoción de partir con él. No tengo más aquí en la tierra. Mi trabajo ha terminado, pero no por esto me comporto de manera egoísta, sino que ahora siento que mi función es ser una atalaya, una sobreveedora. Me toca pasar lo poco que sé de mi Señor, y quisiera imprimirles en los más jóvenes, este anhelo de querer ir con él, pero no porque ya me fastidié de luchar en estudiar o hacer un trabajo, ¡para nada!, sino ese anhelo de vivir para Él y por Él para poder ver a Aquel que tanto me amó que no le importó morir en la cruz por mí. ¡Eso es lo que quiero transmitir en los últimos años que me queden! ¡las ganas de vivir por Cristo en santidad! y no porque como ya estoy viejita ya no puedo pecar, ja,ja,ja,ja, buena treta de satanás al meter esto en mente ¡MENTIRA! ¡ESO NO ES CIERTO!, pero sí puedo vivir la vida como a él le agrada. ¿Algo fácil? ¡nopis! -como dice la chamacada- ja,ja,ja,ja, ya ven, trato de mantenerme en la vox populi juvenil, je,je, y bueno, también enseñarles buenas palabras a los jóvenes, que no hacen daño y sí ayudan para construir mejores puentes entre los que amamos y los que conocemos y sobrellevar a las más viejitas que yo; ¿fácil? ¡para nada! pero seguiremos caminando hasta que el Señor marque el fin de mi carrera. ¿Cuándo? ¡No lo sé!, pero seguimos y ya le dije a mi Asesora de Computación, que cuando yo falte porque no esté más sobre esta tierra, por favor escriba el último post, diciéndoles que ya no estoy y que el manantial se ha secado sobre esta tierra, pero que está vivo y fluyendo en el cielo con Aquel que deseaba que estuviera también allá con Él.
Besitos a todos y hasta el próximo post. 
NOTA: Mi hija (Mi Asesora de Computación) me ayudó a colocar una foto en la que estoy con mi hijo Alex (de playera roja) -que ahora está de misionero- y yo estoy con 28 años. ¡Ah! ¡bendita juventud! Luego pondré una foto de: "después de 30 años", tal como lucimos actualmente mi hijo Alex y yo.