jueves, 22 de abril de 2010

¡Me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra!

¡Vaya!, encontré este archivo tan interesante, que quiero compartirlo con ustedes. Los que ya son "chiquillos" de 40 años hacia el infinito, dirán si es cierto o no, ja,ja,ja,ja.
Sin más para agregar, los dejo con:
el escritor uruguayo: Marciano Durán.
Vaya nuestro más admirable agradecimiento por tan fabuloso escrito.
"Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales. ¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar las cosas. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo. ¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra.
Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades. ¡Guardo los vasos desechables! ¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos! Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida! ¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después! La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas de loza. Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces. ¡¡Nos están fastidiando! ! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica. ¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike? ¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa? ¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista? ¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros? Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más y más basura. El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 30 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la basura!! ¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de... años! Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII) No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan . Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que haya sido mejor.. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y bote que ya se viene el modelo nuevo'.Hay que cambiar el auto cada 3 años como máximo, porque si no, eres un arruinado. Así el coche que tenés esté en buen estado . Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo!!!!
Pero por Dios. Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir.. Le dábamos crédito a todo. Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita.
¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo? ¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron? En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos! Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín. Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para pone r en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver.. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!! Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'éste es un 4 de bastos'. Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza completa. Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos.
Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!! Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables. Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.
Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero.. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo,pegatina en el cabello y glamour. Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la 'bruja' como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la 'bruja' me gane de mano y sea yo el entregado."
Espero que hayan disfrutado este escrito del ingenioso periodista y escritor uruguayo Marciano Durán.
La compostura está hecha, agradeciendo al depto de prensa del escritor Marciano Durán, el habernos hecho esta correción que tanto se ha repetido a través del internet, diciendo que es Galeano y no Durán, ¡ay!.
¡Así es como se perpetúan las mentiras! Y hablando de mentiras: ¿recuerdan la que se propagó acerca de que los discípulos habían robado el cuerpo del Señor Jesús? y hay gente que todavía lo cree así. ¡Qué cosa más tremenda!, porque un día no muy lejano, se encontrarán frente a frente ante el Rey de reyes y Señor de señores: El Señor Jesús! ¡Ups, no! Quisiéramos que lo vieran y esperaran su venida pero porque Él es el dueño de su corazón y por lo tanto ¡les ha dado ¡VIDA ETERNA!.
Saludos desde el manantial.

15 comentarios:

*Denisse* dijo...

Me querida Isa!! por un lado me da mucha risa las comparaciones, por otro me ponen a reflexionar! porque hay mucha razón en todo eso, y aunque poco nos tocó vivir de niños algo de eso, pero el mundo va a pasos agigantados! lo único rescatable de aquí (retomando las ultimas comparaciones de las que el periodista negó a seguir hablando) es que ahora mas que nunca anhelamos la venida de nuestro Señor... acaso no?

Oye! por cierto, en estas tierras lejanas, la vida es más cara que en nuestro amado México, y creo que algo de todo esto me ha ayudado, jijiji venden todo el lata, en botellas de cristal y ahora tengo en un closet, guardadas botellas y latas que con un poco de creatividad, serán las que adornen mi repisa de la ventana con lindas flores.... como ves!! jaja
Besitos, ya me extendí mucho pero es muy buen post...

Saludos a tu familia y que Dios te bendiga hoy y siempre

Isa dijo...

¡Hola,Denisse! ¡eres mexicana sin lugar a dudas!. Creo que nos enseñaron a buscarle a todo para tener lo que necesitamos sin gastar mucho, je,je. Entiendo perfectamente. Yo guardo las tapas de refresco y las del garrafón de agua para llevarlas para mis niños de la ED para que coloquen su goma de pegar líquida y no haya problemas de: "esto es mío", así cada uno tiene su propio guarda-pegamento y ¡todos felices!, ja,ja,ja.
Gracias por venir al manantial y comentar mi preciosa amiguita y recordar que el Señor pronto viene.
¡MARANATA!

Alí Reyes dijo...

Esa reflexión me retrata...

Isa dijo...

¡Hola, Alí! Igualmente a mí, je,je, ¿será porque somos "chiquillos"? Aunque tú eres más joven, je,je.
Gracias por visitarme.
Saludos hasta el Tigrero.

Isa dijo...

!Wow! Mi estimado y escritor uruguayo Marciano Durán, me siento ampliamente halagada por recibir en mi humilde manantial a tan honorable visita. También me siento apenada por haber puesto la autoría de este escrito al escritor también uruguayo Galeano. I'm so sorry. Por cierto, este es un escrito... ¡Fabuloso!, por eso quise compartirlo. Mis felicitaciones para tan honorable escritor que viene a este humilde rincón acuático: ¡Marciano Durán!
Ud. perdone, pero las evidencias decían otra cosa y como decimos por acá por mi México: "para sabio...Salomón", ja,ja,ja, y mi honorable escritor, vaya desde este manantial, un gran saludo y disculpa por tal error y que si no se aclara, nunca se sabrá. Entiendo el sentir y penar, ya que a este rinconcito acuático, vienen muchos escritores a refrescarse un ratito con las loqueras de la autora, ja,ja,ja.
En cuanto tenga un ratito mi asesora de computación, le pediré que componga tal error que no fue hecho a propósito. Gracias por aclararlo. Estoy segurísima que a todos los que le guste leer y saber más, pasarán a su dirección.
Esperamos más escritos de estos, y en lo personal, a mi me hubiese gustado que hubiese habido más con respecto a lo de: "Y me muerdo por hacer...", ja,ja,ja. ¡Magnífica forma de hablar de los valores perdidos tan necesarios en este día. ¡Ups! esto ya parece post, je,je.
Un afectuoso saludo hasta su preciosa tierra.

SAM dijo...

Hola Isa despues de varios días regreso al manantial, me ha gustado lo que compartes y si el tiempo avanza, nada es como antes pero sobre todo me dice que pronto todo lo que vemos se acabara y tendremos al AUTOR de la vida frente a nosotros, Aquel que desde que lo conocimos no fue algo para cambiar, Aquel que para nada es desechable al contrario que a pesar del tiempo sigue siendo indispensable en nuestras vidas.
Dios te bendice
CON AMOR EN CRISTO

Isa dijo...

¡Hola,Samuel! Muchas gracias por venir al manantial y colocar tu "grano de arena". Y lo que escribes es muy cierto. Cada día que pasa, nos acerca más al encuentro de nuestro gran Dios y Salvador, ¡Cristo Jesús! ¡Su venida está cerca!
Un afectuoso saludo.

Brisa. dijo...

Isa, sin ir muy lejos. El impacto fué grande al venir de Cuba, donde guardamos todo y re-usamos todo, a Estados Unidos, donde todo se bota, se cambia, se desecha, y la gente cae en el despilfarro victimas del consumismo. Muy buena reflexión.

Un abrazo.

Isa dijo...

¡Qué tal mi preciosa Brisa! Acá por mi tierra, también se me enseñó a usar y re-usar, ja,ja,ja. Es más, en casa, tal es la forma de manejar las cosas, que los hijos dicen que lo que sólo es para "usarse y tirar", debe de durar...¡cinco años!, ja,ja,ja.
Lógico que cuando enfrentamos este mundo loco de consumismo, a todos nos cuesta trabajo no salirse del mundo y luego...¡no saber cómo volver a entrar!, ja,ja,ja.
Besitos.

Andres sgv dijo...

Cada generacion tiene sus "pro y contra"

He disfrutado mi pasado y ahora disfruto el presente.

Como hijo de Dios los mejores dias siempre estan adelante, NO ATRAS!

Eclesiastes 7:10

De todos modos, este escrito trae una sonrisa.

Yahuan dijo...

He de decir que en el escrito hay un pequeño error, y es que antiguamente a aquellas personas a las que les faltaba alguna función también se les daba un poco de lado, igual que hoy, aunque tal vez hoy más exageradamente.

Respecto al resto de lo que comenta es escritor he de decir que lleva mucha razón, pero los tiempos cambian y no es lo peor todo eso, sí que le hace daño al corazón, pero más daño hace la pérdida de los valores, de las personas,...

Un abrazo.

Rafa dijo...

Hola Isa, nos tenemos que acostumbrar a esta cultura consumista, nos lleva a un mundo lleno de basura, por eso también es primordial acostumbrarnos a reciclar, separar y cada cosita a un contenedor, si no es así muy pronto la naturaleza tendrá que actuar para poner el planeta otra vez en su sitio.

Todos debemos proteger y respetar al medio ambiente.
Saber reciclar todos los residuos, respetar el medio ambiente, y conocer qué hacer para preservar nuestra naturaleza, son algunas de las grandes enseñanzas que nosotros, los padres, podemos pasar a nuestros hijos. Solo así ellos crecerán con la mentalidad de que es necesario luchar y hacer cada uno su parte para salvar y conservar nuestro planeta. Y para eso hace falta apenas voluntad, ganas, y persistencia.

http://www.guiainfantil.com/fiestas/medioambiente/reciclaje.htm

Isa dijo...

¡Hola,Andrés! Estás en lo cierto en decir que cada época tiene sus "pro" y sus "contras". Lo maravilloso es no olvidar el pasado para aprender de él y poder gozar el presente y esperar en que el futuro nos traerá cosas mejores y no caer en los errores pasados. Lo más maravilloso para los que creemos en Él como salvador, es que estamos esperando su venida por nosotros.
¡Maranata!

Isa dijo...

Mi querida Yahuan, este tiempo tiene cosas buenísimas, PERO, también tiene cosas...¡terribles! Una de esos "contras" es la pérdida de valores que se ven cada día más y más. Y eso fue lo que nos hizo extrañar de lo bueno del pasado.
Gracias preciosa escritora por tomar tu tiempo para venir y comentar. Esto es algo que te agradezco profundamente.
Besitos.

Isa dijo...

Mi estimado Rafa, ya se te extrañaba por este manantial. ¡Estás en lo cierto! al decir que tenemos que aprender a reciclar y enseñar a nuestros hijos a hacerlo. Esta es una manera de buscarle el lado bueno a todo,¡me parece perfecto y correcto! Una buena manera de adaptarse a lo que va sucediendo.
Gracias por venir y colocar tu presencia en forma de letras.
Un saludo afectuoso.