jueves, 30 de abril de 2015

¿En dónde están?

Pues quizá todavía no les suceda lo que acabo de escribir como título en este post: ¿En dónde están? y me estoy refiriendo a personas y...¡personas de mi generación! mis con contemporáneas. Por lo general, todos nos movemos en un círculo de personas determinado; en el caso mío, mi círculo principal es la congregación a la que asisto. Ha pasado el tiempo en que tenía, no sólo el de la congregación a la que asistía, sino mi propio vecindario o barrio, también el grupo de las escuelas a las que iban mis hijos, etc. Por lo general soy sociable y no puedo permanecer junto a una persona o varias personas sin hacer plática con ellas y llegó el momento en mi vida en que ya no quería conocer más gente, porque me hablaban ¡y no me acordaba de que círculo eran! ¡Mamma mía! PERO AHORA...bueno, he perdido muchos círculo por situaciones obvias, como por ejemplo: ¡el de las escuelas! Y esto es natural, porque ya tiene sus años que mis hijos no van a la escuela, ni yo tampoco y nietos no tengo, así que ese círculo se ha cerrado (eso digo yo ahorita). Sólo cuento en estos momentos con el de la congregación, con el de mis vecinos e incluso tengo uno nuevo: ¡El de las cerillitas de los supermercados! Ja,ja,ja,ja,ja.  :D
Bueno, platicaré del que nació el título de este post. Y me refiero al de mi congregación.
Comentaba ayer,  -cuando estábamos ensayando unos cantos-  con una de las hermanitas, que es contemporánea mía, acerca de que observara que las de nuestra generación no están; quedan muy pocas. Ninguna  -que yo recuerde-  ha muerto, sino que simplemente, han dejado de asistir. Algunas porque, como dicen por acá: "se las ha ganado el mundo" (yéndose como decía el apóstol Pablo de Demas) o por causa de no tener bien fundamentada su fe, se han ido a sectas, ¡ayayayayay!  Otras, por causa de enfermedades simplemente se han dejado vencer y no luchan más y quiero abrir aquí un paréntesis para decirles, que muchísimas veces he tenido ganas de no más levantarme más, atosigada por el dolor, pero es el Señor el que hace que la medicina surta su efecto  y aunque no quite por completo los dolores, si los disminuye y además, el leer la Biblia, lo anima a uno, y quiero compartirles algo que descubrí en 1 Tesalonicenses 2: 13 y señalo la parte que quiero del texto: "...la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes."  Y aunque no sé griego, en un determinado tiempo de mi vida, me puse a estudiarlo de manera autodidáctica y bueno, descubrí tantísimas cosas maravillosas con respecto a la Biblia, pues sí, sigo... la palabra "actúa", pasada al español quiere decir: "genera energía" o sea que lo que les escribí arriba diría así: "...la palabra de Dios, la cual genera energía en vosotros los creyentes."  ¿Acaso no es maravilloso esto?  ¡A mí me ha sucedido! que luego me siento toda desanimada y leo la Biblia y...¡zaz! ¡me vuelvo a sentir como cargada de energía! Claro que cuando miré esto dije: ¡Es cierto!, ¡a mí me ha sucedido!  Así que ya saben, de rapidito, voy con las hermanas a platicarles mi descubrimiento!!!!  (es que me tocaba justamente dar una clase con ellas)  así que, tal como lo he descubierto, cuando se sientan desanimados...¡lean la Biblia! Cuando les falte la energía corporal o anímica...¡lean la Biblia!
Bueno, seguiré en lo que iba de que ya mis contemporáneas, a algunas las veo de vez en cuando, porque precisamente les falta esto que acabo de escribir, ji,ji.  También observando a mi propia generación, veo que a un buen número de ellas, les falta una familia, o no tienen el apoyo de su núcleo familiar y aquí me refiero a esposo y/o hijos, y esto es un privilegio que Dios me ha concedido y por lo tanto, ¡si mucho se me ha dado, de mucho debo dar! pero también sobre esto hay mucho que sembrar y trabajar y salir adelante, porque desde que se es joven, hay que sembrar, por ejemplo con el carácter. Observo que algunas de mis contemporáneas son enojonas, o se les dice algo y todo te lo "voltean de otra manera" ¡ay! o se molestan por la más mínima contrariedad y/o tienes que estar al 100% con ellas en todo  ¡Uy!  y esto he observado que también lo hacen con sus hijos o esposo y bueno, después de mucho tiempo de convivir con alguien así, pues ya después no quiere seguir nadie junto a ellas, ¡ayayayay! Tampoco esto es pretexto para que los hijos o esposo las dejen de lado, no estoy dándoles motivos ni a un lado ni a otro, sólo que es algo que pienso y comparto con mi esposo, porque esto de la convivencia, hay que sembrarlo, regarlo y cuidar de muchas cosas. Agradezco a muchas de mis amiguitas que me han sabido sobrellevar, porque de repente me tomó la costumbre de estar platicando de mis ayes,  ¡pobres!  desde este blog, mi agradecimiento para ellas que supieron sobre llevarme y aguantarme, ja,ja,ja,ja,  :D  Y para mis queridos hermanitos como Alí, muchas gracias por seguir animándome a regresar a escribir; él sabe que no soy la gran cosa haciéndolo (por cierto, tiene un libro que estoy esperando leer: "Portugal..." busquen en su blog de Tigrero. ¡Wow! Él sí sabe escribir! ) y con respecto a mí, por lo menos se pasa uno un buen rato, leyendo las "patoaventuras" de una viejita, ja,ja,ja,ja.  :D  Gracias, Alí.  Y por el cariño de mis hijos cibernéticos como Victor y Claudia, mi cariño para ellos desde este manantial y cuando me acuerdo, oro por:  mis amigas, Alí, Victor, Claudia y Renton mi inolvidable hermanito español.
Cierro por estos momentos, porque tengo que hacer muchas cosas, y una de ellas es: "Costillas de cerdo, cargadas y adobadas" ¡hmmmmm! además de otras cosas que tengo que realizar fuera de casa, así que regresaré con el mismo tema otro día y mientras, como dice Renton: ¡Chuiquitos gordos!!!! y hasta él próximo post, porque todavía faltan más círculos!!!! 

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