viernes, 22 de agosto de 2014

Regresando!

Ya tiene algunos meses que no pasaba por aquí, y muchísimas veces sentí el deseo de parar en el manantial pero pensaba...¿qué escribiré?  tenía muchos temas y ninguno a la vez y esto sí que fue algo doloroso para mí, una persona siempre con algo para platicar, para compartir y pensé: ¿qué exactamente me está pasando? y empecé mi propia autorreflexión y pude llegar a algunas teorías.
La primera y en la que me dilaté más, fue en que estoy ya enfilada a vivir la última etapa de la vida. Casi estoy por entrar y esto me hizo tomar muchas decisiones y a la vez, combatir muchas cosas, la primera es el clásico dolor en las articulaciones, ¿podré decir todas?, no, de ninguna manera, pero si son muchas, es más, las principales en las rodillas, las muñecas, los hombros, la columna vertebral. ¿Qué he hecho? En un principio, llorar. Es fácil criticar y decir: "no hermana, tú no debes hacer eso", pero cuando el dolor toca a nuestra vida, en este caso, como una manifestación física, no es algo sencillo decir: "no me duele nada, puedo seguir adelante", porque esto no es cierto. Lo dirá mi boca, pero mi cuerpo se encarga de desmentir a lo que mi razón está volcando en palabras en mi boca.
No es cierto que " a todo se acostumbra uno, menos a no comer", ja,ja,ja,ja, ¡ayayayay! todos los que han pasado por estos dolores, sé que se unirán a mí y dirán: ¡nopis! ¡no se acostumbra uno! y bueno, empezó el calvario de los analgésicos que por lógica, trae otras consecuencias secundarias pero hay que buscar las menos agresivas al organismo ¡hasta eso, ay! pero a eso sí se vuelve uno "experto", ji, ji, porque va uno experimentando y buscando lo menos agresivo y favorable para nuestro propio organismo. Y bueno, después de haber pasado esta etapa, muy difícil por cierto, estoy plenamente conciente de que pronto entraré a la último inicio de mi última jornada de carrera. ¿ Los hice estar confusos con mis palabras?, perdón, pero la verdad es que necesitaba de nuevo empezar a escribir para ir recobrando mis palabras. A Dios gracias que no me ha quitado el buen humor y es algo que le agradezco. Por ejemplo: hoy vino a comer con nosotros uno de mis "hijos postizos", cuya madre falleció hace dos meses y ella era mi "amiguita del café", La extraño todavía, pero estoy aprendiendo lo que hace años escuchaba de boca de mis adultos ya ancianitos: que empieza ya uno a extrañar a muchas personas cuando empieza uno a ver que todos se van y uno va quedando solo poco a poquito. La única ventaja que observo de mi parte, es que no me he dejado morir en mi "antigüedad", ja,ja,ja, sino que he tratado de salir adelante (ups! me leí muy pedante. I´m so sorry! no fue esa mi intención.) No es fácil para todos los que nacimos el siglo pasado y aprendimos a manejar muchas de las tecnologías que hoy en día ya no necesitan tantos números y letras para poder tener acceso, el problema está en que aunque todo se ha facilitado, a veces me cuesta trabajar seguirle el paso a las "modernidades", ja,ja,ja,ja.  :D
Gracias a Dios, mi nuevo hijo postizo  -el que me refería párrafos antes-  es master en electrónica y me tiene una paciencia cuando le pregunto de estas cosas de la computadora. Es más, él es nuestro "médico" (si así se puede decir) de nuestras laptop´s. Pues sigo en el relato que interrumpí por hacer todas estas especificaciones... Vino mi nuevo hijo postizo y me ayudó a terminar de abrir una maleta que faltaba de revisar para dar por terminada el arreglo del triqui-room  (de: triqui= triquero, y room= cuarto en inglés. Creo que es necesario decir que acá en México, le decimos "triquero" a todas esas cosas que en realidad ya no tienen uso y según nosotros sí y las amontonamos) pues si mis queridos lectores que vengan a este manantial, mi nuevo hijo me ayudó a terminar de revisar lo último que me faltaba para dar por arreglado el triqui-room y que ahora se ha convertido en un maxi-vestidor. Estuvimos compartiendo juntos la comida, unas ricas maxi-albóndigas preparadas por mi hija la más pequeña (que ya tiene 27 años y que según ella, no quiere casarse, ji,ji) y como también compartió la mesa con nosotros nuestro yerno (que vino a pintarnos la entrada del garaje) pues pude compartirles el recuerdo agradable que tuvimos con esa maleta que acababa de desechar; creo que ya era necesario, ya le habían pasado 36 años por encima, y ya había hecho estrago el tiempo sobre ella. Y como esa maleta era mucho más grande que todos los comensales en cuestión de edad  -excepto mi esposo y yo-  pues compartimos las experiencias que vivimos con ella, cuando fuimos a la Luna de Miel, y también al Servicio Social. Fue un tiempo agradable entre risas y agradecimientos a mi hija por la rica comida preparada. Y después de eso...¡mi medicina para el dolor!, je,je,  pero ya no me causa esos estragos -hablando emocionalmente-  como antes. ¿Qué si me duele? ¡Vaya que sí duele!  Pero la segunda cosa que he hecho, es seguir el consejo del traumatólogo, e ir a hacer por un poco de tiempo  -unos 20 ó 30 minutos en bicicleta fija-  con una señora que tiene una especie de Gym en su casa, y es taaan linda, que incluso se tomó el tiempo para instalarme una rutina de ejercicios de calentamiento para mí. ¡Qué hermosa! porque cuando todas las demás están haciendo sus rutinas de ejercicios con ella, yo tengo mi propio espacio -que ella tiene en su casa-  con los aparatos que tiene para ejercicio, que sólo uso la bicicleta fija, tal cual me lo recomendó el médico (no puedo hacer otra cosa porque mi propio cuerpo me lo impide). Y bueno, acá tenemos un dicho que dice: "todo por servir se acaba, y acaba por no servir" ja,ja,ja,ja,  pues algo así me va sucediendo, pero cuando me subo a la bicicleta, después de algún tiempo digo: "ya no puedo", yo misma me insto a seguir adelante y me digo: "todo sea para que dilates en estar en silla de ruedas, pedalea un poco más, sigue adelante" y está por demás que acabo empapada de sudor ¡por todos lados! Extraño algunas cosas que ni yo misma sabía que tenía, por ejemplo: veo mis brazos fláccidos y gordos y mi hija la pequeña me dice: "anda, mamá, vamos, para que después puedas incluso hacer otras cosas, recuerdo cuando antes tenías tus brazos torneados y lindos" Me dio mucho gusto oírla, porque nunca pensé que así me mirara ella. Cuando mi esposo me decía algo así, pues pensaba yo que era porque me amaba, así que todas esas pequeñas cosas me han animado para seguir adelante. Nunca recobraré, ni lo intento, tener la juventud que ha pasado y que por cierto la viví a gusto en Cristo, pero si tener una ancianidad retrasada, ja,ja,ja,  como eso de andar en silla de ruedas. Conozco que el tiempo llegará en que ya no pueda caminar, y no será de mi "mente" que ya no quiera hacerlo, sino por el mismo tiempo sobre mi cuerpo provocará tal cosa, así que estoy por compartirles la tercera cosa que ya estoy haciendo y es ¡REGRESAR A MI PRIMER AMOR! y no me refiero a Cristo, ¡para nada! creo que mal que bien, o como decimos por acá: "al estirón y al empujón", he tratado de caminar con Él, sino que me refiero...¡ a la música! Estoy de nuevo regresando a clases de piano, ¡qué lindo! Cuando niña, iba a clases de piano ¡y me encantaba! y por causas que estarían super largas de contar, no pude seguir, sólo tomé el curso básico, pero ahora, estoy de nuevo con un maestro jovencito (es aproximadamente de la edad de mi hijo) que es taaan paciente; yo creo, que no tiene otros alumnos tan cerrados como yo, ji,ji, pero lo compensa mi gusto por la música, y ahí voy, "pian-pianito". Y además, estoy enseñando lo poquito que sé de guitarra en la iglesia. Quiero que cuando yo ya no esté, o cuando mis dolores se acrecenten y me impidan tocar, ellos puedan hacerlo. Me encanta tanto cantar himnos a Dios acompañados con música, así que yo enseño como digo: "guitarra de mariachi", ja,ja,ja,ja,ja,  o sea que no enseño por notas, sólo los acordes, lo mínimo y ya cuando veo que ya están listos en todo lo que yo les puedo enseñar, los dejo volar. He enseñado a muchos, y me da tanta tristeza ver que el mundo, la carne y satanás, les han ganado, ¡ay! ¡eso sí duele! ¡más que cualquier enfermedad! pero prosigo adelante, de todos ya habrá alguno que entregue su vida a Cristo por completo y yo haber hecho mi pequeña parte dentro del plan de Dios. De hecho, a uno que le enseñé y que fue el último antes de estos con los cuales estoy empezando de nuevo, fue mi propio hijo biológico y me da mucho gusto verle entregado al Señor y que la guitarra le sirve para cantar al Señor y guiar a otros en las alabanzas a Dios durante las reuniones, pero siento que pueden haber más, muchos más todavía mientras Dios me de vida.
Así que mis queridos lectores, proyectos tengo. Por un tiempo, mi vista se me nubló debido a los dolores y me pegué a Cristo tratando de que él me diera una nueva senda por la cual caminar y aquí estoy, de nuevo sintiéndome renovada en Él y presta para empezar a caminar la última etapa de mi vida. Otra cosa que estoy haciendo, es orando más y especialmente lo estoy haciendo por mis hermanos venezolanos. Tengo tantos buenos y excelentes amigos y hermanos ahí, que me duele mi corazón de pensar que puedan estar sufriendo o pasando hambres o algunas viscisitudes de estas que hay siempre cuando existen este tipo de situaciones. Dios bendiga a mi hermano Alí Reyes, a mi hermanito Orlando Inagas y demás hermanos que por el momento que escribo se me olvidan. El Señor está por llegar ¡MARANATA! Sigamos trabajando para Él y caminando en sus caminos. Mi amor y oración para ustedes y hasta el próximo post.  

4 comentarios:

Alí Reyes dijo...

Caray mi hermana, al menos tiene fuerzas para decirnos la razón de por qué no puede escribir y eso se agradece. Por otro lado le recuerdo que el día jueves 28 de agosto de este año , bautizamos mi libro PORTUGAL MAR AFUERA Y OTROS RELATOS, que está publicitado en tigrero y que se lo pueden enviar a su casa, o en digital a su lapto en cuanto lo pida. Le digo que fue una bendición y hubieron dos pastores para orar por los presentes.
Hermana...Por favor no deje de comunicarse. Le estoy enviando mi teléfono por FB, necesito estar comunicado con ud

Victor Cabrera dijo...

Estimada "ciber Mami", me da mucho gusto volver a saludarte después de tanto tiempo, y enterarme de tu situación en cuanto a tu espíritu, cuerpo y alma en este último tiempo. Solo decirte que tus palabras son inspiradoras y refrescantes para mi, que a pesar de todas las circunstancias adversas, estás aferrada a Cristo, le estás enseñando el camino a nuevas generaciones y sigues activa de una u otra forma ¡Nadie te puede parar jeje!

Esa es la actitud, espero que te mejores de esos dolores, muchas bendiciones, un abrazo!

Isa dijo...

¡Hola, Alí! Estoy de nuevo de regreso. Tus comentarios siempre me animaron, muchas gracias mi hermano. Sigo orando por Venezuela y mis hermanos queridos en Cristo que se encuentran allá. Chuiquitos!!!!

Isa dijo...

Mi amado ciber hijo, no puedes imaginar el gusto que me dio de ver tu comentario, esas pequeñas cosas me animan a seguir adelante. Muchísimas gracias por ese gesto de cariño.
Un abrazo afectuoso desde México.