Mi hija.

El escrito que estoy colocando en este post, lo escribió mi hija "sandwich", ¡la que está enmedio de sus hermanos!...Ana Isabel.  Recuerdo cuando nos lo leyó a la hora de la comida, se lo pedí y lo guardé y ahora quiero compartirlo con ustedes.
Aclaro que la foto que sale en este post ya es de hace cuatro años aproximadamente y estoy segura que cuando la vean mi esposo y mi hija dirán: ¡Nooooo! ¿por qué la pusiste? ¿Porqué? ¡porque me cuesta trabajo colocar imágenes!, ja,ja,ja,ja. Gracias a Dios por mi familia y la paciencia que me tienen y que por esta causa puedo seguir por aquí, escribiendo todas estas vivencias. Saluditos a todos los que vengan al manantial.

"Dios me ha provisto de una casa,
tal vez no sea una gran mansión
pero está adecuada a nuestra necesidad.
Se me ha impuesto una gran misión
despreciada por muchos,
y es convertirla en un hogar.
Decidida en mi tarea,
pinté las paredes de esperanza
y la adorné con dedicación.
Acomodé los muebles con humildad
y la puerta con hospitalidad.
Mi cocina está dispuesta con servicio a Dios;
mis ollas están llenas de comida
para todos los necesitados de espíritu.
Cuido que el fuego no se apague.
He tendido la cama con oración
y ahuecado las almohadas con devoción,
y al lado de ésta, una Biblia
para no olvidar el devocional.
Todos los días limpio con la escoba
para que el orgullo, la vanidad
y los chismes, no llenen de polvo mi hogar.
También paso el paño por las superficies,
para que las diferencias de opinión,
el enojo y las mentiras,
no hagan sarro y moho y dañen mi casa.
Busco que Dios esté siempre invitado a mi mesa,
porque Él es la base de mi hogar.
Cordón de tres dobleces, ¿quién lo romperá?
Este es mi hogar
y eres bienvenido a entrar.

¡Hasta el próximo post.!