martes, 12 de abril de 2011

...estoy puesto en estrecho...!

Algo que he observado, y es que hay muchos viudos. No sé si siempre fue así, pero en mi alrededor, hay más viudos que viudas. Hace ya muchos años atrás, recuerdo perfectamente que era todo lo contrario, pero ahora observo más viudos que viudas, así que por ese lado ¡me alegro! porque mi esposo y yo ya entramos al clásico: "Yo me quiero morir primero" y el otro contesta: "No, yo voy a ser primero", ja,ja,ja,ja, como si pudiésemos ambos cónyuges mandar en lo que el Señor ya ha determinado. En fin. Toda esta "introducción", es sólo para decirles, que el día de hoy fuimos a visitar a un viudo que antes asistía a la iglesia pero que ahora al fallecer su esposa, ha faltado un poco a las reuniones en la congregación por causa de sus piernas. A él lo fuimos a visitar y lo encontramos muy triste y melancólico porque extrañaba a su "viejita" con la que platicaba y le decía de sus dolemas principalmente. El problema no radica ahí, sino que lo están visitando ¡diariamente! los Testigos de Jehová, y empiezan a atacarle su creencias y su fe, y el pobre se aferra en su fe en Cristo. ¿Cual es el problema? La falta de visitadores en nuestra congregación. Cuánta falta hace que Dios levante un buen número de hermanos a que visiten, se preocupen por los enfermos, por los huérfanos y las viudas como menciona la Biblia, pero yo diré: viudos también, porque tal parece que se han cambiado las situaciones, por lo menos por el momento, aunque no tengo estadísticas como para aseverar tal cosa. Pero sí hace falta salir a las casas, las calles, hospitales, etc, para estar al tanto de lo que le pasa a mi prójimo y hermano y no sólo conformarme con verle en la iglesia, ó sólo decir: "estoy orando por él". ¡Hay que poner el amor en acción! Y cuánto lo necesitan especialmente los que han perdido a su cónyugue de toda una vida. Esto me trae a la memoria, la muerte de mi prima, que alcanzó a cumplir sus 50 años de casada, quince días antes de morir, ¡sigh! ¡dejando al viudo inconsolable! Por eso me vino a la mente los versículos que menciona Pablo en Filipenses 1: 21-24. Sinceramente que sí me gustaría estar ya con Cristo, pero cuando veo y hay tanto trabajo para hacer, pienso: "mejor me quedo", ¡ay! pero ¡quisiera ya estar con él! Como alguien que ya tiene cierta edad para no jugar, tengo que orar por los hermanos jóvenes para que decidan entregarse con mas pasión a las cosas del Señor y a su servicio, aunque no se vayan de misioneros fuera de su casa, pero urge hermanos que estén dispuestos a ¡sudar la camiseta! en el ambiente urbano en donde el Señor les ha puesto. ¿Dejaré de trabajar porque ya estoy "viejita" y me duele todo? ¡De ninguna manera! Lejos esté de mí ese pensamiento. Que siempre pueda decir como lo dijo mi Señor Jesús: "Mi Padre trabaja, yo también trabajo"
Que ese siempre sea nuestro pensar hasta que el Señor nos mande a llamar a su presencia.

12 comentarios:

hapuc dijo...

la vuidez es muy trsite, creo que uno vive con el dolor de la perdida, la mama de mi pololo enviudo hace muy poco y sufre mucho, tienes razon...

besotes

Anónimo dijo...

Que hermoso pensamiento al final y desafio de seguir trabajando!

Es posible mantener ocupado a este señor viudo? La mejor cura para la soledad es preocuparse de otros y quitar la mirada en la "miseria" propia.

La visitacion es importante, solo que requiere de arte para no ser inoportuno.

Que el Señor te siga usando!

elim-el oasis de Eva dijo...

Gracias por tus buenos consejos y por recordarnos que tenemos que acordarnos de los demás, especialmente por los que pasan por situaciones de enfermedad o tristeza

Anónimo dijo...

No estamos poniendo en pràctica las instrucciones bìblicas. Eso es lo que està pasando

Rafa dijo...

La perdida de tu compañera, con la que formaste tu familia debe ser lo mas duro que te pueda ocurrir, es como si ya se rompiera el hilo unión de ella , te quedarías vacío… Si en esos momentos no tienes el consuelo de tus amigos, no te llaman ni te visitan "apaga y vámonos "….

En mi pensamiento no existe la posibilidad de que algún día me falte mi Lourdes, no sabria vivir sin ella..

Isa dijo...

¡Hola, Hapuc! Cuánto siento lo de la mamá de tu pololo, pero sí que es un proceso que hay que vivir, aunque es muy difícil.
Besitos.

Isa dijo...

¡Qué tal Andrés! Qué gusto recibir tu comentario en el manantial. Y vaya que es un desafío aún estando viejo seguir trabajando, especialmente para el Señor.
Un saludo afectuoso.

Isa dijo...

¡Eva preciosa! Siempre me alegra encontrar tu presencia por aquí; y creo que el mejor remedio para no acordarse de las enfermedades, es centrar nuestra atención en otros y las maneras en que podamos servirles.
Besitos.

Isa dijo...

¡Alí! ¡Estás en lo cierto! Debemos de poner en práctica las instrucciones bíblicas.
Bendiciones!!!!

Isa dijo...

¡Hola, mi estimado Rafa! Estoy segura que cuando Lulú lea este comentario tuyo, se alegrará en gran manera. Cuando nos falta nuestro compañero con el cual hemos convivido por tantos años, no es nada sencillo ni fácil vivir sin ellos.
Un fuerte saludo afectuoso.

Asesor Homeschooling para Chile dijo...

Dios guarde la fe de ese anciano, y que cuando llegue su hora descanse ciertamente en Cristo.

Y para la hna. Isa y su esposo:¡muchos años más con salud y amor!


Jose

Isa dijo...

¡Gracias, José! Y es un gusto muy grande saber de ti.
Muchísimas gracias por tus deseos y por venir a comentar a este manantial.
Un saludo afectuoso.