miércoles, 9 de febrero de 2011

La Justificación.

3.-La Justificación
Hebreo, termino legal que significa absolver, declarar justo, demostrar ser justo o recto. Conocemos por justificación ese acto glorioso en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, a través del cual obtuvimos perdón de pecados, justificándonos así delante de nuestro Padre Celestial. Pero en este momento no hablaremos de este acto glorioso.
Diccionario.- Acción y efecto de justificar o justificarse. Pero qué tal si así, como la definición del diccionario estamos utilizando esa palabra, justificación, para defendernos a nosotros mismos, es decir, justificándonos por nuestros propios medios, ante cualquier situación difícil que se nos está presentando. Pregunto: ¿estás defendiéndote ante alguna acusación injusta que te hayan hecho o que te estén haciendo…? (¡ups! cuánto me sucede esto a mí, ¡sigh!) Job 9.20, Proverbios 1:5
Aunque no todas las personas que vienen a nuestra vida, para hacernos alguna corrección, tienen una buena intención, pero ese no es nuestro problema. Porque debemos de saber que todo, absolutamente todo, es permitido por nuestro Padre Celestial. A mí personalmente me ha sido difícil entender esto de parte de Dios, ya que cuando alguien ha venido para acusarme o señalarme algún defecto o área en mi vida, he estado listo para presentar defensa. Perdiéndome así la oportunidad de ser corregido o enseñado de parte de Dios. Se necesita tener valentía para escuchar, sugerencias, observaciones o aún acusaciones. Es de valientes poder callar y aprender. No es posible, que cuando dos o tres o hasta cuatro miembros de la familia se quejan de ti, puedas seguir argumentando que los demás son el problema, he ido comprendiendo que lo que hablo tiene que estar acorde con mí caminar como hijo de Dios. Solo sé, que si yo trato de defenderme por mis propios medios, sufriré mucho más de lo necesario, pero sobre todo, no aprenderé a reconocer que necesito ser transformado, para así poder llevar fruto para la Gloria de Dios. Todo hijo que decide estar a la defensiva, justificándose delante de las personas o delante de Dios, jamás avanzará, será como un hijo deforme, malcriado y maleducado. Imitemos a Jesús, el cordero de Dios, que no abrió su boca para defenderse por él mismo, sino que fue llevado al matadero en un silencio total, esperando la defensa de aquel que lo había prometido. Salmos 3:3
Nos veremos para el último enemigo de los hijos de Dios.

6 comentarios:

Renton dijo...

Se necesita tener valentía para escuchar, sugerencias, observaciones o aún acusaciones. Es de valientes poder callar y aprender.

Valientes?
Nunca había leído esa interpretación, más que de valientes creo que es propio de humildes.

Cuando eres consciente de que todo lo espiritual -TODO- te ha sido dado, uno encuentra pocas razones por las que enorgullecerse de sus logros espirituales.

Es el orgullo humano -inherente en nuestra naturaleza- el que nos hace justificarnos de contínuo.

Anónimo dijo...

Algo está pasando que todos se quejan de mí. Es hora de evaluarme

Rafa dijo...

Cierto mi querida amiga, hay muy pocas cosas que justifiquen la justificación,como tu dices hay que ser valiente, callar y aprender

Isa dijo...

Mi querido Renton, primeramente, muchísimas gracias por visitar el manantial y poner en eviencia el paso por aquí con tu comentario, que por cierto es muy cierto.
Y lo que todo mundo entiende por valentía, nosotros lo entendemos por humildad. Así es.
Chuiquitos!!! :]

Isa dijo...

¡Hola, Alí! Ciertamente todos nos deberíamos estar evaluando constantemente. Bien por ti.
Saludos.

Isa dijo...

Gracias mi estimado Rafa por venir al manantial, y esperamos que pronto pongas un comentario en el tuyo. ¡Ya se te extraña!
Saludos a Lulú y a tus guapos campeones.