Hay cuatro enemigos para todo hijo de Dios: la queja, la murmuración, la justificación y la conmiseración. Y como siempre, abriré unos paréntesis para opinar, ya saben que me gusta hacerlo, je,je, ;) y después de haber hecho esta aclaración, les diré sobre estos enemigos que están arriba mencionados: ¿acaso no alguno de nosotros como hijos de Dios ¿no los hemos sentido o hecho? A veces ha sido uno sólo y en ocasiones...¡los cuatro al mismo tiempo! ¡ups!
Este compartimiento fue parte de lo que llevó al pueblo de Israel a vagar y morir en el desierto, y que de igual manera, hoy la iglesia está perdiéndose de tantas bendiciones a raíz de los mismos enemigos de nuestra alma (¡no le echen toda la culpa al diablo, ja,ja,ja) y no sólo eso, sino que a causa de esas áreas en sus vidas, viven en derrota. (¡Ay! )
1.- LA QUEJA.- Expresión de dolor, pena ó resentimiento, desacuerdo. Significa: Obstinación. Al salir de Egipto, en el camino, cuando María y Aarón se quejaron de su hermano Moisés, a María, no sólo le brotó lepra a causa de haber murmurado de su hermano, sino que el pueblo se detuvo por siete días, esperando su recuperación (y pienso yo: ¿cuántos se habrán quejado de que por causa de María estaban detenidos?, ja,ja,ja, ¡qué cosas! pero esto no lo dice la Biblia, son cosas que yo pienso... ó divago como dice Keila, mi escritora favorita)
De la misma manera, cuando nosotros vivimos en nuestros hogares, quejándonos de todo y de nada, el ambiente entre la familia no puede ser de victoria, no puede ser de avance, sino más bien de estancamiento. Números 11:1
¿Quién quiere estar cerca de una persona que continuamente está quejándose? Ni siquiera Dios, pues la queja hace que se cierren sus oídos. (Esta es una señal roja de alerta para nosotras las mamis, que nuestro esposo y nuestros hijos no salgan huyendo de nuestro hogar y que tampoco quieran regresar a él ¡uy!)
1° Samuel 2:7. Nos recuerda que Dios empobrece, y él enriquece, abate y enaltece, Él mata y da vida. Es urgente reconocer que nuestro problema no es con las personas o con las circunstancias, nuestro asunto es con Dios, jamás con los que nos rodean. Entonces...¿yo no puedo ni debo quejarme? Claro que sí, podemos hacerlo, pero el punto es adónde y con quién lo estamos haciendo, de qué me sirve a mí. El secreto para hacer cesar toda queja, es no ver lo que no tenemos, sino dar gracias a Dios por lo que sí tenemos, y cuando el Señor ve esa gratitud fluyendo de nuestro corazón, las bendiciones se derraman para darnos a cada uno según nuestras necesidades. Seamos sabios, hagamos cesar toda queja de nuestra boca y por lo tanto del corazón.
Después seguiré...
10 comentarios:
"la queja, la murmuración, la justificación y la conmiseración", ¡vaya si son enemigos...!
Pero gracias por compartir estos pensamientos. Estaré esperando las próximas entradas...
Un abrazo
¡Gracias, Eva preciosa por venir al manantial y comentar, algo que se te agradece.
Mi cariño para ti hasta tu preciosa tierra.
LA QUEJA
(Guilty as charged)
Culpable del cargo.
Me gusta la frase "nuestro asunto es con Dios". Ahi comienza todo.
Totalmente de acuerdo contigo, hay personas que quejarse para ellos es ya una costumbre, se quejan por todo, solo empeoran las cosa. Ser positivo y aceptar las cosas como te vengan, aprender a disfrutar con todo lo que hacemos, aceptarte, aprender a quererte, vivir esos momentos del día, inspirándote, intentando disfrutar en todo lo que haces, aunque sea limpiando los cacharros jeje
Así es Andrés, nuestro asunto es con Dios. Gracias por venir al manantial y compartirnos tu opinión.
Un saludo fraterno.
Mi estimado Rafa, que agradable es ver tu comentario por el manantial, y es cierto lo que nos escribes, que a algunas personas, la queja ya es para ellas como un deporte que hay que practicar, je,je.
Saludos hasta tu preciosa tierra.
ESTA EXCELENTE MI MUY QUERIDA AMIGA ISA.
CREO QUE EL MEJOR MANDAMIENTO FUE EL QUE NOS DEJO JESUS, ESTO ES EL DEL AMOR.
ABRAZOS
¡Así es mi estimado Ricardo Tribín, el mayor es el amor, tal como nos lo dijo nuestro Señor.
Gracias por visitar el manantial. Se te agradece.
Saludos.
Muy buena la idea de compartir esto, lo pasaré a las personas que discipulo!
Isa:
El secreto para hacer cesar toda queja, es no ver lo que no tenemos, sino dar gracias a Dios por lo que sí tenemos
Exacto, lo que siempre les digo a las personas de mi entorno inmediato, cuando las escucho quejarse de Todo es que somos unos privilegiados.
Formamos parte de la minoría privilegiada -en los material- del mundo.
Pero en vez de dedicar parte de su energía dar las gracias a Dios por tantos privilegios, la emplean toda en quejarse por estupideces...
Qué miopía e ingratitud.
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¡Hola, Renton! Muy bien dicho, nos quejamos por lo que tenemos, ¡Cuán diferente sería nuestra actitud si no lo tuviéramos!
Chuiquitos!!!! :]
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