viernes, 17 de abril de 2009

Mi casa

Cuando todos iniciamos nuestra vida de casados, nosotras las mujeres (bueno, hay que recordar que toda regla tiene su excepción) queremos que toda luzca impecable, que nada se salga de su lugar. Limpiamos nuestra casita hasta tres veces al día si es que nos es posible. Y así continúa la luna de miel, no nada más con nuestro esposo, sino también con nuestra casita.
Pero, ¿qué sucede cuando van naciendo los hijos? ¿Cuándo llegan las visitas a casa?, nosotras fascinadas -íntimamente super satisfechas- (por no decir que desagradablemente orgullosas) de mostrar la forma en que conservamos nuestro hogar. El problema es que caemos en un perfeccionismo tan... ¡uf! que hasta podría decirse ¡odioso! Nuestra propia familia no se siente a gusto ahí. El "Home sweet home" "Hogar, dulce hogar" deja de serlo. Ya los hijos han crecido, nuestras fuerzas menguado, y con más razón, ponemos énfasis a que todo siga impecable. Es más, podemos llegar hasta el grado -sé de madres que han hecho ésto- que no permiten que sus hijos se ensucien su ropa. Los lunes que van de blanco a clases porque en la escuela les piden ésto, quieren que traigan el uniforme ¡impecable! ¡ay! ¡pobres criaturas! Líbrelas el Señor de semejante madre, ja,ja,ja.
Bueno, estuve en un "tris" de caer en ésto. De hecho, sí caí, pero gracias a Dios que fue por muy poco tiempo. Tengo el recuerdo de una amiga que le dijo a su hijo cuando este le pidió permiso de jugar, ella inmediatamente le dijo: "pero no quiero que...bla,bla,bla, y terminó con un: "¡ni te vayas a ensuciar!". El chiquito de 4 años le dijo: "entonces, ¿no quieres que juegue?", ja,ja,ja, caso de la vida real, me tocó palparlo, escucharlo y mirarlo, je,je.
Mi primera situación de hospedaje, ¡ay! ¡me fue muy mal! De hecho, yo me preguntaba: "dicen que uno recibe ángeles en nuestras casas" ¡Ay, mamma mía! A mí me tocó hospedar a un angel...¡caído! y lo clásico: ¿porqué yo? ¿porqué a mí? ¡snif! ¡snif! ¡No más quiero hospedar! Bueno, el Señor años más tarde me enseñó exactamente lo que quería para mí con esa visita que recibí, que créanme mis hermanos y amigos, cuando me di cuenta, me avergoncé, hasta lloré, pero ¡había perdido mi oportunidad! ¡Ay!
Y con los hijos, es parecido la cosa. Estamos tan ocupadas manteniendo la casa super impecable, limpia en extremo, que no les damos a nuestros hijos la capacidad de gozarse en ella, y no menciono a nuestro propio cónyuge, que tiene que "cargar con su cruz" (o sea...¡la esposa perfeccionista!), ja,ja,ja,ja. Ya sé lo que me van a decir con lo de "cargar su cruz", ja,ja,ja, pero no hay problema, creo que si me entendieron ¿verdad?.
Cuando iniciamos (mi esposo y yo) las consultas privadas, la sala de mi casa, era la sala de espera y llegaban muchos niños que para nada sabían o habían sido educados con respecto a guardar compostura cuando en cuestión de andar tomando y jugando con nuestros preciosos objetos de adornos que teníamos.
¡Ay! tristemente recuerdo que en una ocasión, cuando un precioso chiquito de tres años, tiró tan fuertemente una dulcera de plata que yo tenía que me la abolló, yo hice un esfuerzo tal para no saltar sobre él, y decirle: ¡criaturita, esta es plata de Taxco! ¡no hagas eso! (con ganas de darle una vueltecita al niño, pero en el cuello, ja,ja,ja). ¿La mami? tranquila leyendo, ¡ni cuenta se había dado! ¡sigh!(suspiro).
Recuerdo que cuando platicaba con mis hermanos Clingan, don Roberto con todo cariño, me dijo que tenía que llevar la carga una milla más. De inicio, yo no entendía nada, yo sólo veía mi dulcera preciosa abollada (y por lo tanto desvalorizada), pero mi querido hermano me hizo comprender exactamente qué era lo que esperaba y buscaba y el porqué de ese "perfeccionismo" que necesitaba terminar de eliminar de mí.

Sé que no es malo el tener la casa limpia, arreglada y con las cositas bonitas que a uno le han regalado o que uno ha comprado, pero, que nada de eso debe de interponerse entre nosotros y nuestros hijos, esposo, invitados, amiguitos, hermanos, etc,etc. Así que de mi casa, fueron desapareciendo aquellas cosas preciosas (y guardándolas en algún lugar) en donde todo mundo estuviera a gusto y se sintiera de la misma manera.
Ahora trato de tener cosas que se vean bien, pero que sean lavables, por si hay algún "accidente" y no haya aquello de: ¡pero es mi alfombra persa!", ja,ja,ja,ja.
A mis hijos les enseñé, que no debían de tocar nada, pero cuando sabía que iban a venir algunos angelitos de poca edad, pues trataba de quitar algunos adornitos, je,je. También, aprendimos a arreglar la casa de manera tal, que cuando nos visitaran algunos angelitos más grandes, que ya su "carreola" ahora se llama "silla de ruedas", je,je, pues pudiesen tener entrada sin raspar los muebles.
En otras palabras, que la casa sea CONFORTABLE. El proceso no ha sido fácil, ni sencillo. Se escribe rápido, pero todo aprendizaje lleva un arduo trabajo, porque la teoría es más fácil que la práctica.
El no tener oro ni plata en los adornos, ha hecho que nos vayamos más tranquilos a las reuniones en la congregación o salir de viaje sin preocupación, porque no hay temor de que nos puedan robar algo. Y como yo digo, robarán puras cosas de antigüedad, ja,ja,ja,ja, porque las cosas están como los dueños...¡viejitos!, ja,ja,ja,ja.
Eso si mi queridos hermanos, no hay lujos, pero si gozarán de una rica cama ¡hmmmmm! con sábanas limpiecitas, preferentemente de algodón o de percal, que acá "entre nos" son mejores para dormir que las famosas de seda que se te resbalan ¡auch!
Tengo guardado para las visitas, ropa de cama, almohadas, toallas,etc. No porque seamos sangrones y tengamos alguna desconfiancita (eso de tener ciertos conocimientos de que si el herpes, la sarnita, ¡ay!, etc,etc,) No mis hermanitos ni amigos, sino que simplemente, queremos que ustedes estén a gusto ¡y nosotros también!
Uno duerme bien si tienes una almohada rica, así que nuestras almohaditas ¡no las cedo!, je,je, y las que les doy a mis visitas, trato de que sean también confortables.
Creo que a mis hijos les ha gustado tanto la casa y el estar en ella, que ¡ahora no se quieren ir!, ja,ja,ja,ja. Incluso, luego mis hijas me dicen: "mami, parece que te urge que nos vayamos", je,je, no es así, lo que sucede es que las mamis somos muy...¿cómo decir cuándo queremos que los hijos se casen?, ja,ja,ja,ja.
Mis amados bloggeros, ya algunos hermanos han venido a mi casita, que no es lujosa, pero si procuro que sea confortable. Trato y trataré, de que gocen su estancia en nuestro caluroso Veracruz.
¡Nos seguimos leyendo!

28 comentarios:

GUSMAR SOSA dijo...

Siempre un gusto leerte!!!!!
Bien si un dìa Dios me permite visitar tu Mexico querido pues pasarè a visitarte!!!jajajaajaj!!!
Saludos.

Anónimo dijo...

Me pregunto ¿Con cuànto trabajo habràs pasado para obtener esa sabidurìa?

elim-el oasis de Eva dijo...

A mí me encantaría que me contaras historias alrededor de tu mesa, pero me conformaré con las que cuentas a través de tu blog...
Me gustó lo que dijiste sobre tener una casa confortable es lo que busco en la mía. Un abrazo

Rafa dijo...

Nosotros en nuestra casa tenemos lo justo, muebles los necesarios, pues los chicos son aun pequeños, y lo hacen todo polvo, y aun así, las puertas, paredes y el poco mobiliario que hay esta echo polvo…ya pronto pediremos presupuesto para restaurar, lo mismo nos sale mas rentable comprar una nueva jejeje

La verdad es que hay personas con una obsesión enfermiza con la limpieza, lo que lleva a una situación insoportable en algunas casas, espero que a mi mujer no le de nunca por hay.

Me alegro que tu te dieras cuanta a tiempo, que lo mas importante son las personas y no los objetos de la casa jejejej

Isa dijo...

¡Claro que sí Gusmar!, te esperaremos cuando vengas. Sólo avísame antes porque luego salgo y ¡ups! sería una pena grandísima no poder tener el privilegio de convivir con tu familia y hospedarla.Ojalá podemos convivir entre familias.
Saludos hasta tu linda Venezuela.

Isa dijo...

Mi estimado Alí, el proceso continúa.Todavía me falta muchísimo por aprender.¡Algún día me será revelado todo acerca de lo que el Señor buscó para mí aquí! Mientras tanto, prosigo a la meta. Gracias por visitarme y compartir.

Isa dijo...

¡Mi Eva preciosa! ¿Te imaginas? ¡qué lindas veladas yo también escuchándote! Algún día lo haremos mi amada guerrera. mientras tanto, te envío mi agradecimiento por tu visita a mi manantial y por comentar y muchos, pero muchos besos.

Isa dijo...

¡Rafa, mi leal amigo! Gracias por visitar el manantial, y no te preocupes, que con las casas, es un proceso contínuo. El problema es que cuando estás a punto de hacer alguna compostura, las visitas te llegan antes, je,je, pero aquí lo importante es la convivencia y el calor de hogar que reciban.
Un fuerte abrazo hasta tu preciosa Roquetas.

Keila dijo...

A mí me gusta mucho tu casa, pero sobre todo la conversación =)

Isa dijo...

Mi amada Keila, sí que me gocé contigo cuando veniste a casa y vaya que sí platicamos. Gracias por brindarme tu compañía y por venir al manantial a compartir.
Un fuerte abrazo hasta la gran ciudad del smog, je,je.

hapuc dijo...

te cuento que yo tengo un hermoso departamento en el centro de santiago de Chile, que ha sido una bendición de Dios para mi vida... vamos cuando pases por aca nos comunicamos y te invito

Isa dijo...

OK,mi Hapuc. Quizá algún día estaré por allá. ¿Te imaginas cuando estemos en el cielo, qué lindos momentos pasaremos, a más de que vamos a ver al Señor, vamos a poder a platicar ¡toda una eternidad!? Será una eterna fiesta.
Gracias por tu invitación y por visitar mi manantial.
Besitos.

sgv dijo...

La hospitalidad tiene un precio, pero el no practicarla tiene un precio mas alto!

Creo que has llegado al equilibrio de ser ordenada y limpia, que es bueno, con el poder poner las cosas materiales en segundo lugar.

La sencillez NO es desorden y cochinada. Ojala muchos puedan leer este blog!

Isa dijo...

Mi querido Andrés, siempre me alegro con recibir tus visitas, y gracias por tu deseo. Tú has sido por mucho tiempo mi conocido y pues le agradezco a Dios por tu vida y la de tu familia y te goces con lo que escribo, pero creo que para que te lean todos,hay que ser como nuestra escritora favorita ¡Keila! pues ahí se necesita algo más. De cualquier manera me gozo con tu visita y la de todos los que me aman.
Un fuerte abrazo.

Triple dijo...

Mi querida Isa, una vez más tu sabiduría se desborda por la pantalla. Con los años he aprendido que las personas que habitan la casa son mucho más importantes que la casa; de nada sirve desvivirse limpiando los mosaicos del baño con cepillo de dientes si la familia no puede disfrutar la casa porque se ha convertido en un museo y si la mamá está atareada con todo menos dándole tiempo a su familia.
Insufrible ha sido un excelente maestro en este proceso y Dios lo ha usado para enseñarme lo verdaderamente importante.
He aprendido a desafanarme y a tener mi casa lo suficientemente limpia para que sea saludable, pero lo suficientemente sucia para que sea feliz.
Ojalá un día pueda conocer ese hermoso lugar que es tu casa y que debe ser confortable y acogedor. Por acá -lo sabes bien- también tienes una casa donde quedarte cuando vengas.

Isa dijo...

Gracias mi querida Triple. ¡Vaya! ya extrañaba llamarte así. Es cierto lo que dices acerca de nuestras casas. Y todo esto es un proceso que hay que aprender. A Dios gracias que el Señor usó a tu esposo. Ja,ja,ja, le tocó a Insufrible ser la víctima y el maestro.¡Bravo por él!
Saludos amiguita.

kurtosis dijo...

Un reflejo de pureza, delicadamente no hay nada como el hogar la dueña se sienta en casa. El hogar es un fiel reflejo de la dueña.

Damisela Isa. Respondiendo tu pregunta. Continua el Cuento de Eva.

Atte.
Kurtosis.

Anónimo dijo...

Lo principal en una casa son los libros, el cafecito y el amor :)!! lo demas, como dice una amiga "son areas verdes" jaja.
Un abrazote Isa.

Isa dijo...

Mi estimado Kurtosis, muy cierto lo que escribes en tu comentario. Y lo más importante, sentirse uno misma a gusto en su propia casa.
Qué buena noticia me das, el que sigue el cuento de Eva. Por ahí estaré.
Saludos.

Isa dijo...

Mi amada Brisita cubana, ven a verme y aquí en mi casa contarás con muchos libros, amor y cafecito, ¡ah! también, como dice tu amiga: "áreas verdes", ja,ja,ja.
Gracias por comentar y venir a mi manantial.
Te envío un fuerte abrazo.

Rafa dijo...

Mi querida Isa, estoy viviendo con especial preocupación el brote de gripe porcina que esta azotando a tu país, espero que sea totalmente controlado y que todo vuelva a su total normalidad y por supuesto mi pensamiento esta contigo y tu familia ya que no puedo dejar mi preocupación por estar tan cerca de lo que acontece y no me gustaría por nada del mundo que de alguna manera pudiera afectaros.

Un abrazo mi querida amiga.

Isa dijo...

Gracias mi leal amigo Rafa. Aparentemente, por aquí la cosa está tranquila.
Gracias a Dios tratamos de seguir todas las reglas de salud que están marcadas y el día de ayer en la iglesia a nadie saludamos de beso,je,je, y todos los enfermos de gripita ¡no fueron!.Bueno, todos sabíamos que esa era una norma.
Te agradezco ampliamente tu preocupación mi entrañable amigo.
Cualquier cosa te aviso.
Besitos a Lulú y a tus preciosos Rafa Jr. y Alex.

Hernan Dario dijo...

io kiero una casita asi =).
.
.
.
.
.
mi mama tmb me decia el "no te ensucies" :)

David López-Cepero dijo...

Ay Isa, que pena que me pille tan lejos una casita así, lo más hermoso no son las mullidas almohadas que tienes preparadas, je, je, sino los que se encargan de tenerlo todo tan bien dispuesto...

¿Que tuviste un ángel... caído" hospedado? Pobrecita, que mal rato, ja, ja, ja...

Siempre que paso por aquí, me sacas una sonrisa, y aunque algo tarde, como de costumbre, me alegro de encontrar semejante hogar...

Como dice también Rafa, hay quien tiene una desmedida obsesión por la limpieza, y cuando no se controla, esa "bsesión" se quiere hacer dueña de una (o de uno), y deja de ser limpieza para ser un problemón...

Un fuerte abrazo, amiga, y me alegro que estés bien

Isa dijo...

¡Hola,Hernán Darío! Me hiciste reir con tu comentario, ja,ja,ja. Te tocó vivir el clásico materno de: ¡no te ensucies!, ja,ja,ja.
Saludos.

Isa dijo...

¡Hola, mi Peregrino! Qué gustazo me da el ver tu visita a mi manantial. Y sí, por lo que me dió tristeza después, con mi "ángel caído" que hospedé, fue que éntendí, años después, de que Dios me lo había mandado para ¡hablarle de Él! y yo fallé horriblemente. ¡Tan preocupada estaba por ser buena hospedadora! ¡sigh!
Y como dice un programa español: ¡prueba no superada! ¡ay! ¡qué tristeza! Pero, ahora tengo guardadas las almohadas para todos los ángeles buenos que he tenido. El problema es cuando me llegan más de 8, ja,ja,ja, ¡me agarran los apuros!, je,je.
Un fuerte abrazo hasta tu preciosa España.

Patricia Fiorella dijo...

Pues mi querida Isa yo me apunto, claro que si, algun día Dios me permite cruzar estas fronteras pues no dudes que quisiera estar ahí en esa confortable camita y casita, muy buena reflexión a veces por querer hacer algo bueno o correcto nos vamos al otro extremo y ya ni lo disfrutamos y nos volvemos intolerantes, me ha pasado y me pasa soy una persona que le gusta mucho la limpieza y orden pero Dios a tenido que tratar con eso también en mi vida. Un abrazo nos seguimos leyendo besitos

Isa dijo...

Mi querida Patty, es tan cierto lo que dices y el error en que caemos.Verdaderamente que sería un gusto grande para mí el verte por acá por mi casa.
Ojalá se pusiesen más baratos ¡en todos lados! los medios de transporte, y estoy segura que nos visitaríamos.
Gracias por tu visita a mi manantial.
Te envío besitos virtuales, porque ahorita por la influenza porcina, están prohibidos, je,je.