viernes, 25 de noviembre de 2011

¡Recordando!

He estado recorriendo mi blog y me he encontrado con cosas muy interesantes como esta: "Ay, amado Señor!...que recuerde que ya no tengo derechos. Un siervo no los tiene, y pertenecerte, es lo mejor que me pudo haber pasado" y al mirar atrás en el tiempo, ratifico esta frase aquí escrita. Sí que ha sido lo mejor que me ha pasado al haber encontrado a Cristo y conocerle y haber permitido que Él entrara a mi vida y la limpiara y poder ser su hija. Conforme el tiempo va pasando sobre mi vida, mis huesos y demás partes de mi ser, agradecen al Señor el poder gozarme en Él y pertenecerle. También he encontrado cosas que me han hecho reir como lo es el post: ¡Me solté la greña! del 27 de febrero del 2008, ja,ja,ja. ¡Uy! ¡qué rápido se va el tiempo! También he encontrado la fecha en la cual mi hijo partía a servir al Señor a la sierra. El día de hoy me cantó por teléfono en náhuatl un cantito que a su abuelito le encantaba y en español dice:

"Yo trabajo para Cristo, y en sus pasos quiero andar,

y si el mundo me critica, no lo puedo remediar.

Con la mano en el arado, no puedo volver atrás.

Yo trabajo para Cristo, no me importa lo demás."

Quise llorar al leer de nuevo mis sentimientos colocados en ese post tan especial y que dice: ¡Hasta luego, Alex! del 7 de marzo del 2008 ¡Ya han transcurrido tres años! En todo este tiempo, hemos pasado muchas cosas, él allá y nosotros en nuestra casita orando por él. ¡Sigh!(suspiro) El Señor es el que sabe todo y mi oración persiste en seguir pidiendo por una ayuda idónea para Él. Bueno, todo tiene su tiempo en la vida lo dice Eclesiastés. Y sí que he dado "el viejazo", je,je, porque ya me dedico a recordar lo que ha pasado, ¡ayayayay! quizá dentro de algunos días, haya buenas vivencias en mí que no sean sólo enfermedades como los días de vértigos que recién acabo de atravesar. Claro que también observo los cambios en los gustos de los bloggeros, que ahora, como las olas del mar, han variado sus "atracciones", je,je, y ahora, están dentro del FB algunos, otros de lleno han salido de los blogs, pero los que estamos aquí, escribimos por escribir ¡aunque nadie nos lea!, ja,ja,ja,ja. Y si por casualidad alguien asoma por este manantial, les envío mis saludos y ¡hasta el próximo post!

jueves, 10 de noviembre de 2011

¡Oportunidades!

En estos últimos casi 300 días puedo decir que me han estado aquejando unos dolores que ya venían escritos en mis genes y la edad los ha sacado a la superficie. Así que puedo: dedicarme a lamentarme o tomar ánimo y realizar las cosas que tengo que hacer y que están a mi disposición. Así que al irse el sueño de mis ojos -dicho poéticamente- (recuerden que al llegar ya a cierta edad, esto suele suceder) pero nada para lamentar, decido lavar las cortinas del consultorio ¡arriba la tecnología!, je,je, prepararme un té de jazmín bien calientito (porque ahorita aquí en el Puerto hay unas rachas de viento como de 60-70 kph), y pasar algunas recetas a mi compu y al recordar que no he escrito ya ninguna nueva entrada en el manantial, me dispongo a colocar este escrito ¡que he encontrado entre las recetas!, ja,ja,ja,ja. Mi esposo me dice que un día va a poner en orden mis archivos, mientras tanto, sigo aprovechando lo que me encuentro, je,je. Además, que voy a aprovechar también para visitar a mis amigos, hermanos y también a mis hijos cibernéticos. Así que aquí les va el escrito que me encontré y que escribí ya hace algunos...¿años puedo decir? No recuerdo exactamente pero ya han pasado por lo menos dos años.
"Cómo podemos servir al Señor y a la familia por medio de la cocina"
¿Alguna vez has escuchado el canto de Rubén Sotelo que dice : “En el hermoso don de ser mujer”?. Si eres de tendencia feminista ¡no te va a agradar!. Si perteneces a éstas, estarás leyendo este artículo quizá molesta conmigo, pero antes de que tus pensamientos sigan divagando por caminos no agradables al Señor, permíteme compartir contigo y con las del otro bando mi experiencia. En mi juventud, siempre fui amante de la justicia, de lo correcto, de lo honesto y continúo siendo igual. Pero mi juventud no me permitía apreciar las diferencias de las diferentes cualidades que Dios nos ha concedido como mujeres, y caminaba en el “filo de la navaja”, siendo “feminista” con revestimiento cristiano. ¿Yo, en la cocina? ¡ni soñarlo!, eso era para las que no habían podido estudiar. Desde mi óptica, la cocina junto con los quehaceres domésticos, se habían destinado para las mujeres de poco coeficiente intelectual, las que eran tontas, ¿se te hacen conocidos estos pensamientos?. No importa a qué “bando” pertenezcas, el diablo te puede “sugerir” dichos pensamientos y quiero decirte que no son correctos ni agradables al Señor.
Dios le dio a la mujer el hermoso papel de SER AYUDA, pero has de decir : “eso ya lo sé”, pero cuando estás en problemas, no acaso dices : “Dios, ayúdame”. ¿Es tonto Dios? ¿Es de poco coeficiente intelectual? ¿lo estás rebajando al clamar a El y pedirle ayuda? ¡NO!. Pues ese es el hermoso papel que él nos dio como mujeres : Ayudar. ¡SOMOS LA AYUDA IDÓNEA!
Al comprender esta gran verdad, dejé de sentirme “usada”, “despreciada” y “rebajada” al estar preparando los alimentos para mi familia. Mi corazón se ensanchó de agradecimiento con el Señor, al concederme aquí en la tierra, lo que Él hace con todos los seres humanos: AYUDAR. ¿No acaso claman a Él , cristianos y no cristianos? Es más, tan así él me motivó, que quise perfeccionarme en el arte culinario é ingresé a la escuela de cocina, y no sólo mi familia se ha bendecido con mis nuevos conocimientos, sino que se me han abierto mayores posibilidades para servirle a Él. ¡Es grandioso! Toda una gama de posibilidades de servicio se han abierto ante mí : hacer misericordia, al practicar la hospitalidad, servir, repartir, etc. ¡Wow! Qué lástima que perdí tanto tiempo pensando que sólo eran importantes: enseñar, evangelizar, presidir, pastorear, ¡ayayayay!. No pienses que ahora soy una super cocinera, y que todo me sale ¡super y fantástico!, ¡para nada!, ahora, por lo menos no se me quema el agua que pongo a hervir, ja,ja,ja,ja.
Si a todos los alimentos, los aderezas con el fruto del Espíritu Santo (Ga. 5 : 22.23) y le añades pizcas de gentileza (Fil. 4:5); amabilidad (Fil. 4:8); buen humor (Fil. 4:4; Pr. 15:13); buena conversación (Col. 4:6); todos los que prueben tu comida, dirán : “¡Hmm, qué rico! Dios bendiga esas manos” y jamás te verán, ni te considerarán “la muchacha de servicio”, y si alguien lo hiciera, ya tienes el concepto adecuado de ti misma ¡y dado por el mismo Señor!.
Dios te ayude a asimilar esta verdad para que puedas ser una mejor sierva para Él y le tomes gusto a la cocina si es que no te gusta y poder cantar junto con Rubén Sotelo : “Oh Dios, ayúdame a vivir cerca de ti, que tus palabras aniden en mí” y para no ser la nada apreciada mujer de Proverbios (Pr. 21:9), que prefieren mejor estar en el terrado que con ella, ¡uy!.
Dios te bendiga y te haga cada día mejor “sazonadora” para tu propia vida y la vida de los que te rodean. Quiero añadir que aún hoy en día, no soy de las que les gusta la cocina. Mis preferencias están en otros lados, pero ya no se me hace un fardo al cual tengo que arrastrar, ¡para nada!
Mis besitos, cariños y una oración para que alguna que tenga esta misma carga que yo tuve, se sienta liberada de cargarla porque en el Señor ¡SI SE PUEDE!